Fueron a apagar un incendio en una granja y regresaron al parque de Bomberos repletos de picaduras y acompañados de un foco de indeseables pulgas que se introdujeron en su vestimenta. Ocurrió el jueves por la mañana y por la tarde los insectos ya se habían extendido por todo el parque de la Playa de San Juan. Así lo denuncia el sindicato CSIF en un escrito remitido a la jefatura de Prevención del Ayuntamiento, en el que se queja de que no exista un protocolo para evitar la propagación de plagas.
Desde el sindicato relatan que los Bomberos acudieron a extinguir un incendio a una granja de Santa Faz en la mañana del jueves. Los efectivos «se infectaron con un gran foco de pulgas» que se introdujo en el vehículo que portaban y en sus vestimentas, provocándoles «múltiples picaduras». Cuando llegaron al parque de Bomberos Ildefonso Prats «requirieron un protocolo de actuación» que «no existía» y «se intentó paliar la situación con la compra de dos spray en el supermercado».
Separaron la ropa del resto de elementos, como cascos o botas. Sin embargo, aunque se apartó el material en bolsas y fue guardado en habitaciones independientes «a lo largo de la tarde el foco de pulgas se había extendido por todas las zonas comunes y habitaciones del parque», sostiene el sindicato en su escrito, en el que indican que si bien se facilitó ropa limpia a los operarios, los cascos y las botas «no pudieron ser reemplazados por la falta de ese material». Por todo ello, exigen un protocolo para estos casos.