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El plan del Júcar vuelve a dejar sin solución el trasvase al Vinalopó

La Confederación del Segura reduce el déficit de agua de la cuenca por la desalación

El plan del Júcar vuelve a dejar sin solución el trasvase al Vinalopó INFORMACIÓN

La provincia vuelve a perder. El Ministerio de Agricultura logró ayer sacar adelante, con los votos institucionales del Gobierno central, los nuevos planes hidrológicos de las cuencas del Júcar y el Segura, que van ya camino del Consejo Nacional del Agua para su visto bueno definitivo. Y lo logró dejando, de nuevo, en la estacada la mayor parte de los intereses de los agricultores de la provincia de Alicante. En el tema del Júcar, el trasvase de agua al Vinalopó continúa como lleva desde el cambio de la toma del agua en 2005. La Confederación del Júcar mantiene que el Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa tienen derecho a recibir 80 hm3 de agua desde Cullera todos los años, pero con tantos condicionantes que, según apuntó ayer Andrés Martínez, presidente de la Junta Central, «será imposible de cumplir porque ha quedado escrito que tienen que ser caudales sobrantes tras cubrir todas las necesidades de la cuenca. De ahí que hemos votado en contra».

La Confederación se negó a asignar una cantidad fija, tal como pedían los agricultores, pese que, por ejemplo, esté constatado que en la cuenca del Júcar ya se está produciendo todos los años un ahorro de en torno a los 150 hm3 por las modernización de los regadíos tradicionales valencianos. Ni por esas. La Confederación rechazó fijar una cantidad. Además y para más agravio comparativo con la provincia de Alicante, el órgano dependiente del Ministerio tampoco incluyó en el texto del plan la modificación llevada a cabo por el propio Gobierno del decreto que consideraba endorreicas las cuencas del sur de Albacete -pese a la sentencia en contra del Tribunal Supremo- por lo que, de no cambiar de aquí a 90 días la redacción del plan antes de llegar al Consejo Nacional del Agua, Castilla-La Mancha tiene preferencia sobre el agua del Júcar, lo que se traducirá en menos caudal para el Júcar-Vinalopó, que sigue herido de muerte y sin solución. Tampoco se incluyó la posible recuperación de la toma de Cortes de Pallás.

El representante del Consell, Juliá Álvaro, también votó en contra del plan, pero no por la defensa de los intereses del Vinalopó, ya que la Generalitat tampoco es partidaria ahora mismo de la toma de Cortes de Pallás, la única que garantiza agua para beber y regar.

Por otro lado, el consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Segura aprobó, también con el voto en contra del Consell, el plan de cuenca que ha recordado el déficit de la cuenca en 80 hm3 hasta dejarlo en 400 hectómetros cúbicos debido, según el presidente, Miguel Ángel Ródenas, a que se ha reducido el consumo y ha comenzado a contabilizarse como recurso el agua desalada del mar.

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