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Chapucero y peligroso

El nuevo paseo de Urbanova presenta numerosos desperfectos

Las obras se les hicieron eternas y los resultados les han dejado muy mal sabor de boca. Los vecinos de Urbanova critican los numerosos desperfectos que acumula el paseo litoral, apenas dos meses y medio después de que finalizara su reforma.

Aunque la primera imagen transmite una buena impresión, un recorrido por el paseo Tomás Durá es suficiente para enumerar las deficiencias de una obra que costó 700.000 euros y que se prolongó durante siete meses -desde diciembre hasta junio- para desesperación de residentes y comerciantes de la zona. Las mayores quejas se las llevan las enormes piedras que hay tiradas en la arena a lo largo de todo el paseo. «Son restos del antiguo murete del paseo que los obreros tiraron con las máquinas y que nadie se ha molestado en recoger», señala Jesús Gómez, presidente del Centro Municipal de Mayores de Urbanova y presidente honorario de la asociación de vecinos de la zona. Junto a las enormes piedras, las palmeras que se plantaron en la arena languidecen por falta de mantenimiento. «Están secas y nadie se ha molestado en podarlas». No es la única zona verde que escapa a la desidia. Los alcorques de las palmeras que hay a lo largo del paseo están llenos de malas hierbas y las jardineras que delimitan el paseo junto a los edificios están descuidadas y con «pelados», algunos de ellos debido a que, según Gómez, «se arrancaron palmeras que no han sido repuestas».

Pero lo que más preocupa a los residentes es el acceso que se ha hecho a la zona de bares y restaurantes del paseo, con unos peldaños pequeños, de color oscuro, espaciados y en rampa, que «ya han provocado la caída de 12 personas desde que se inauguró la obra». El representante vecinal sostiene que en dos ocasiones las caídas han sido de cierta gravedad «y ha tenido que venir una ambulancia por golpes en la cabeza de personas mayores». Una de las últimas personas que ha sufrido una caída ha sido María Teresa, vecina de la zona «que estos días se recupera en su casa de un esguince de tobillo que le mantiene el pie vendado». «Cuando estaban haciendo las obras ya les advertimos de lo peligroso que iba a ser y les pedimos que resaltaran los escalones con una banda luminosa o luces LED, porque la gente mayor no los ve y tropieza continuamente». Algunos de estos escalones no están bien terminados, con un hueco de varios centímetros entre el cemento y el remate metálico del peldaño «por el que cabe un tacón».

Las obras del paseo de Urbanova se dividieron en dos contratos. El primero para la renovación del pavimento, por valor de 453.199 euros y que fue recepcionado por el Ayuntamiento en marzo, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón. El segundo contrato, por valor de 255.000, se adjudicó para la rehabilitación y acondicionamiento del murete y de los elementos complementarios del paseo. Estas obras «se recepcionaron el 29 de julio». Miguel Ángel Pavón señala que técnicos del Consistorio se desplazarán a Urbanova para comprobar estos desperfectos y buscar soluciones a los mismos.

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