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Con el agua al cuello tras el cierre del acuario

La muerte de los 130 peces del estanque de la Plaza Nueva ha reducido la afluencia de clientes a las terrazas

Imagen de la Plaza Nueva, con el acuario cerrado. eric carpe

«¿Dónde están los peces mamá?». Es la frase que más se repite estos días en la Plaza Nueva. Los niños buscan a los 130 peces que hasta hace semana y media poblaban el acuario que preside la céntrica plaza. Los animales han muerto después de que fallara el sistema de refrigeración del acuario y enfermaran debido a la proliferación de un patógeno, que aún está por determinar.

Mientras, hosteleros y comerciantes de la Plaza Nueva lamentan estos días el bajón de público tras el cierre de esta instalación. «Lo noto sobre todo por las tardes, cuando venían muchas familias con niños pequeños. Los padres se sentaban a tomar algo, mientras lo pequeños veían los peces en el acuario», señala Federico Ferrer, propietario de una de las heladerías de la plaza. Este empresario cifra en un 20% la caída del negocio. Los hosteleros lamentan la situación que se está viviendo este verano, en el que las temperaturas están siendo muy elevadas. Afirman que por las mañanas apenas se hace negocio y que las tardes tampoco dejan mucho dinero desde que se cerró la instalación municipal. Y durante los fines de semana también ha caído el negocio de una manera considerable.

«Los niños preguntan constantemente dónde están los peces y ya apenas se les ve correr por aquí. Es una lástima, porque la plaza tenía mucha vida y apenas hay niños ya», afirma Rafael Pérez, camarero en otro de los negocios de hostelería de la zona. Este trabajador también se queja de la suciedad de la plaza. «Baldean una vez por semana como mucho. Hay noches en las que no nos da tiempo a barrer la terraza, y cuando llegamos a la mañana siguiente, sigue tal cual la dejamos».

Previsiblemente, el acuario de la Plaza Nueva continuará cerrado durante varias semanas. Y es que la empresa encargada del mantenimiento de esta instalación sostiene en un informe remitido al Ayuntamiento que es necesario reemplazar las máquinas de refrigeración estropeadas, tarea que se prolongará hasta el mes de septiembre. Además, para evitar nuevos contagios a los peces es necesario el vaciado sanitario del estanque y la desinfección completa de la instalación y de todos los elementos que han estado en contacto con el agua. El alcalde, Gabriel Echávarri, recibirá el lunes a los representantes de la mercantil para que den explicaciones sobre las circunstancias que han llevado a la avería de los motores y la consiguiente muerte de los animales.

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