Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hasta de los coches son desahuciados

La grúa arrastra el vehículo en el que desde hace dos años vive una pareja, que se queda en la calle

Jesús y Maite llevan dos años viviendo en su coche, y desde el sábado están en la calle. Áxel ÁLVAREZ

Deambulan por las calles de Alicante con lo puesto desde que en la madrugada del sábado la Policía Local, según afirman, les hizo bajarse del coche que hace dos años se convirtió en su casa y que habían estacionado en un descampado del barrio de San Blas. El vehículo fue arrastrado por la grúa sin que Jesús Naranjo y Maite Serrano, que en ese momento estaban durmiendo en su interior, pudieran retirar sus escasas pertenencias, entre ellas algunas prendas, jabón para lavar y comida no perecedera, por lo que llevan casi una semana con la misma ropa, sin asearse ni apenas comer, y durmiendo en la calle al no disponer, según su relato, de dinero ni de otro sitio para vivir. Ni siquiera en el albergue de personas sin hogar, donde ya estuvieron seis días. Ahora están en lista de espera en uno de sus programas.

«Ahora mismo nuestro coche es nuestra casa, y para nosotros esto es un desahucio. Es lo único que tenemos y lo queremos recuperar», explica esta pareja, que admite que «nos da vergüenza pasear por la calle, todo el mundo nos mira, pero no podemos irnos a duchar al albergue porque no tenemos ropa limpia», explicaron. Además, piden para poder comer algo en la Explanada, o en la zona de Maisonnave y duermen por el Puerto.

Juntos llegaron hace dos meses a Alicante, buscando el citado centro de personas sin hogar tras recalar en Torrevieja, donde él intentó conseguir empleo en un restaurante en el que trabajó hace doce años, sin conseguirlo al haberse iniciado ya la temporada turística. Una desventurada historia que comenzó cuando dejaron su pueblo natal de Cazalla, en Sevilla, hace dos años, el tiempo que llevan viviendo en el coche. «Pensábamos que el Ayuntamiento nos iba a ayudar dándonos algún trabajo pero nos decían que no había nada». En Servicios Sociales (de su localidad) les aconsejaron buscar suerte y empezar en otro lugar, lejos de allí, en donde sus familias no les hablan por haber abandonado a sus parejas. «Eso allí está muy mal visto y todo eran discusiones. Llevo cuatro años sin hablarme con mis padres, sé que nos hemos equivocado pero parece que tengamos que pagar toda la vida», dijo la mujer. Ambos tienen hijos allí, casi todos adultos. Ella trabajó en su ciudad en un supermercado, y él fue pintor, camarero, albañil, mecánico y también estuvo en el campo.

La causa de que les quitaran el coche fue el impago del seguro obligatorio del vehículo, que expiró en mayo, según reconoció Naranjo. Afirman que ingresaron el dinero en la fecha pero el banco les embargó otras deudas antes de que les cargaran la póliza, sin saberlo. Pese a la mala relación con sus parientes, un familiar de Maite les ha hecho un préstamo ingresándoles el dinero que necesitaban para el seguro, bastante elevado porque el conductor lleva poco tiempo, dijeron, con el carné.

La póliza ya está pagada, algo imprescindible para sacar el coche del depósito municipal de vehículos, pero no podrán recuperarlo hasta que no abonen los 53,05 euros en concepto de arrastre, que ya no les han podido prestar.

Stop Desahucios y una vivienda

Aunque en el justificante que les dio la Policía les pedían 21,22 euros por cada día que el vehículo estuviera en las instalaciones en concepto de almacenaje, la pareja ha conseguido que el Ayuntamiento, según aseguran, les perdone este cargo. Pero necesitan 53,05 euros para sacar el coche. «No queremos que nos den dinero, sólo que alguien nos ayude a sacarlo, y luego se lo vamos devolviendo». Han intentando pedir ayuda para comer a ongs, sin éxito. Stop Desahucios afirma que se les buscará vivienda.

Compartir el artículo

stats