Los autocines comenzaron su andadura en España de la mano de Carlos Miralles, un ayudante de realización de Dénia que apostó por traer este modelo de negocio a Alicante en 1979 y que se expandió con rapidez dado que, seis años más tarde, ya funcionaban nueve en la Comunidad Valenciana. Actualmente tan sólo quedan dos en la provincia tras el cierre de los autocines de Jávea en 2009 y Guardamar del Segura en 2013. No han sido los únicos perjudicados por los efectos de la crisis económica y aumento de los multi salas en centros comerciales; y es que los cines de verano se han visto reducidos a siete en Alicante. No obstante, estos negocios, en su mayoría familiares, están remontando por el aumento de público tras los estrenos cinematográficos de este verano.

Cine Costas, en playa de San Juan, es uno de estos emplazamientos en los se disfruta de las películas cuando el sol da tregua y se sustituye las palomitas por bocadillos, patatas, pizzas y frutos secos. Cuando su dueño, Vicente Juan, instaló su negocio en la zona, en torno a la década de los 50, no habían viviendas alrededor, tan sólo había dunas de arena y matorral, un panorama muy distinto al actual. La sala inicial tenía capacidad para unos 2.000 espectadores, y alicantinos de diferentes puntos de la provincia se desplazaban hasta allí para disfrutar de los clásicos de la época de oro del cine y la brisa del mar, pero el público fue descendiendo.

Hoy en día, los cines están situados en el mismo solar pero forman parte de un centro comercial y cuentan con dos salas en las que ofrecen estrenos, aunque tampoco éstos no siempre garantizan una buena taquilla. «Antes había años en los que cerrabas un verano con una película y abrías el siguiente con la misma y seguían funcionando», indica Juan. «Ahora el público demanda novedades; y, si una película no es demasiado buena, a las dos semanas ya está quemada", añade. A pesar de que los últimos años han sido flojos, este verano han notado un aumento de la afluencia, especialmente de familias con niños.

Vicente Juan, además, dirigía otros dos cines de verano, en San Joan d'Alacant y el Centro Venecia, los cuales se vio obligado a cerrar. Lo mismo le sucedió a Antonio Catalá en Jávea, que llegó a regentar tres salas y un autocine, de los que tan sólo queda los Cines Jayan. El negocio lo iniciaron sus suegros, Jaime Ortuño y Ángela Devesa, en los años 50 y en los últimos meses Catalá, que tomó el relevo en los años 70, ha pasado el testigo a su hija Elisa. En el negocio familiar también están involucrados sus otros cinco hijos que ayudan sirviendo palomitas o vendiendo entradas.

Digitalización

Tanto los Cines Jayan como los Costas han dado el paso de la proyección de películas de 35 milímetros a la digital debido a que en los últimos años se ha convertido en una misión imposible conseguir copias en este formato. De hecho, Catalá ha tenido que invertir más de 30.000 euros en un proyector de segunda mano para adaptar su terraza de verano.

Por su parte, Francisco Colomer, gerente de los Cines Suyma de Benidorm, explica que «la calidad de la imagen ha mejorado dado que en los antiguos proyectores la cinta se desgastaba en cada sesión». Sin embargo, Colomer señala que «es una pena porque el oficio se ha perdido, era bonito saber cómo poner la cinta, y hacer empalmes entre ellas; ahora es todo pura informática".

En la otra punta de la provincia se sitúan el Cine Roig, en Orihuela Costa, que llevan 40 años en funcionamiento. A raíz del éxito que tuvieron, su dueño Manuel García optó por abrir tres más en Murcia. Este mes de julio, según señala García, han recibido una media de 500 espectadores semanales entre los cuatro cines. «Nos estamos recuperando económicamente porque hay mejores películas , enfocadas a un público infantil, pero llevamos tres años mal por la subida del IVA», afirma.

Sobre ruedas

¿Qué mejor manera de disfrutar de un película que desde su propio vehículo? Arrancar el motor, regular el aire acondicionado y sintonizar la radio; o, si lo prefiere, sacar las tumbonas, las sillas y la mesa del maletero para disfrutar de una cena bajo las estrellas mientras que ve dos estrenos cinematográficos hasta el inicio de la madrugada. Carlos Miralles, propietario de Drive In Dénia, creó el precedente a nivel nacional. Su autocine se sitúa a escasos metros de la playa de Las Marinas y cuenta con una pantalla de 200m2, una de las más grandes de España. «Decidí crear un cine comarcal para disfrutar del coche y el aire libre en un momento en el que los cines de pueblo estaban desapareciendo», aduce Miralles.

«Este año vamos a hacer una buena temporada por el cine comercial», recalca el dueño Drive In Dénia. Lo mismo opina Germán Martínez, gerente de autocine El Sur en Mutxamel, que subraya que «julio del año pasado fue como un mes de invierno por el Mundial». Asimismo, afirma que este año están aumentando las ventas y que un sábado pueden acudir 300 coches y 900 personas.

Estos autocines fueron frecuentados por numerosas parejas jóvenes a principio de los años 80, nada más sacarse el carnet de conducir, en busca de un resquicio de privacidad. «Muchos de esos jóvenes ahora son abuelos y vienen con sus nietos y les cuentan anécdotas, con añoranza, de aquellos tiempos», relata Miralles.