Centenares de alicantinos y visitantes disfrutaron ayer con normalidad de la oferta de ocio vespertino del centro de la ciudad, al margen de la controversia entre los hosteleros y los vecinos por las quejas por el ruido y la extensión de los veladores. La Policía Local patrulló las calles, pero en cualquier caso no se produjo incidencia alguna a lo largo de la tarde. La intensificación del control policial para comprobar el cumplimiento de la normativa, el viernes, había generado malestar entre los empresarios afectados, al considerar que la forma de proceder no era la más adecuada. Mientras tanto, por parte del Ayuntamiento mostraron su intención de incidir en el control de la situación, para evitar posibles molestias derivadas del «tardeo».