Un millar de alumnos de la provincia se ha quedado sin plaza para entrar en Formación Profesional Básica tras la primera vuelta de la matrícula.
La insuficiente oferta por parte de Educación, que sigue sin generalizar este nivel de enseñanza en todos los institutos, deja colgados a numerosos alumnos que, sin plaza en su centro de referencia, difícilmente acudirán a otro más lejano pese a tener opciones «porque son precisamente los estudiantes que arrastran más dificultades de todo tipo», como destacan los directores consultados.
Este próximo curso abrirán en la provincia 135 aulas de FP Básica con una media de 18 plazas como máximo en cada una. Como no hay oferta en cada uno de los 136 institutos y secciones de la provincia, porque los hay con dos o más ciclos y otros sin ninguno, los estudiantes no tienen asegurada la plaza y una media de 7 por centro quedan fuera pese a que han solicitado la plaza online a instancias de sus propios profesores y orientadores, que les recomiendan dejar la Secundaria tras atascarse en los estudios, y tratar de sacar un título por la FP.
«Como norma debería haber FP Básica en todos los institutos, porque el perfil del alumno que no supera la ESO existe en todos los centros y lo mejor para estos chicos es que se escolaricen en su propio instituto», apunta una de las portavoces de los directores de instituto, Laura Oliva.
Los directores consultados insisten en que, una vez que se sustituyen los programas de cualificación profesional por la FP Básica, ninguno de estos alumnos debería quedar fuera. A través de prácticas de formación orientadas a alguna profesión, los programas de cualificación introducían a los estudiantes con más problemas académicos en las asignaturas instrumentales, para que pudieran obtener el graduado escolar.
Fracaso en Primaria
La portavoz de los directores subraya que se trata de alumnos que ni en primero ni en segundo de ESO logran las competencias básicas «porque arrastran dificultades desde los cursos de Primaria, donde debería atajarse el fracaso escolar y no ya en Secundaria». Únicamente a base de repetir curso algunos lo logran «pero en muchos otros casos y por distintos motivos los hay que no lo consiguen y se para todos ellos la FP Básica resulta imprescindible».
Técnicos de Educación recalcan que todavía no se ha cerrado la matrícula y que tras esta primera vuelta, los que no hayan logrado plaza pueden volver a pedir el día 15 de julio, aunque ya tendría que ser en un instituto distinto al que han acudido para hacer los primeros cursos de ESO.
Diversas voces de la conselleria achacan a los propios directores de centro que estos alumnos no se puedan quedar en su institutos en FP Básica «porque es potestad de los centros solicitar los nuevos ciclos de FP Básica, previendo la matrícula que pueden absorber».
Lo cierto es que aquellos centros de Secundaria que únicamente impartían hasta el momento los cuatro cursos de ESO y el Bachillerato, desconocen la dinámica de la Formación Profesional y en muchos casos se han visto obligados a decir a sus propios alumnos que ni siquiera disponen de plazas de Secundaria como para que opten por volver a la ESO hasta logar plaza en la FP Básica.
Los propios directores apuntan que es fácil que suceda la primera vez que se enfrentan con el sistema informático Itaca que regula la matriculación de la FP Básica en toda la Comunidad de forma generalizada. «Exige ser muy previsor y estar al tanto al minuto de cada admisión que entra en tu centro, para tener en cuenta las plazas de que dispones porque si no se pueden quedar muchos alumnos fuera», lamentan.
«Son estudiantes con trayectorias muy complejas que necesitan más apoyo que nadie. Que saquen las listas desde la conselleria en Valencia desvirtúa el sentido de la FP Básica, porque pueden venir alumnos de cualquier otro centro y los del tuyo quedarse colgados», recalca Oliva.
Al tratarse de un nivel que favorece que los alumnos con más problemas puedan salir del sistema con algún título, los directores demandan que sea la propia conselleria la que generalice las aulas de FP Básica y la inspección la que determine su reparto.
