La Plataforma Renfe pidió ayer al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, una reunión urgente para pedirle que agilice en Valencia el desarrollo de proyecto urbanístico Operación Integrada 2 (OI2), tras chocar con el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, que en una reunión celebrada el viernes pasado reiteró a los representantes de vecinos y comerciantes su rechazo al proyecto que se aprobó en pleno el pasado marzo -el entonces edil en la oposición votó en contra- y ahora está a falta del visto bueno de la Conselleria de Infraestructuras. Según los vecinos, Pavón no tiene interés en mover un asunto del que se ha mostrado en contra desde el primer momento, de ahí que ahora traten la vía del alcalde y también de otros grupos del Consistorio. Recordar que en el pleno del pasado 9 de marzo votaron a favor del proyecto PSOE, PP y UPyD. Compromís no tenía representación y Esquerra Unida lo hizo en contra.

José María Hernández, portavoz de la plataforma, se mostró ayer muy preocupado ante «el riesgo de que esto se enquiste, se prolongue en el tiempo y todo el trabajo realizado no sirva para nada, de ahí que tras la decepción de nuestro encuentro con el concejal de Urbanismo pedimos el apoyo del alcalde y del resto de los grupos políticos». Las relaciones de la plataforma con el edil Pavón nunca han sido cordiales, debido a la oposición del titular de Urbanismo al derribo del puente rojo de la Gran Vía. Ayer, los vecinos plantearon, incluso, respetar el puente «pero que se quede como un icono sin coches», dijo Hernández.

Pese haberse aprobado en pleno, la ejecución del OI2 no está todavía nada clara porque sigue sin haberse fijado un presupuesto para el pago de los 40 millones de euros que costaría la actuación. En el plan definitivo, las urbanizaciones de pisos no son cerradas y se integran en el parque desde la calle médico Ricardo Ferré. Se redujo la altura de las 4 torres de apartamentos de 17 a 15 y desapareció uno de los inmuebles de diez alturas en la zona de confluencia con la Gran Vía. Se mantiene la desaparición del puente rojo y, por otro lado, los terrenos que acogieron silos harineros en el barrio de San Blas, junto a la Colmena, pasan a ser zona verde. El plan incluye una gran zona verde sobre 160.000 m2 con el parque central y unas 1.500 viviendas, de las cuales un 30% serán VPO, con alturas de entre 8 y 15 plantas con locales. Estas son las principales actuaciones para aprovechar los terrenos (468.000 m2) que quedarán libres tras la retirada de las vías.

Pavón no atendió ayer la llamada de este periódico.