A Ramón Ruiloba, vecino de la zona de Babel, se le saltan los colores cada vez que lleva a su nieta al parque Joan Fuster. La razón es que entre columpios y toboganes abundan los grafitis y entre ellos, algunos muy poco apropiados para los niños de corta edad que suelen jugar en esta zona.
Enormes dibujos de testículos, otros más pequeños de muñecos desnudos... Es difícil que los pequeños que a diario utilizan este parque no se fijen en semejante y tan evidente despliegue de anatomía que viene acompañado de otras pintadas con insultos en inglés.
«Son dibujos obscenos y pornográficos que están ahí, delante de los niños del barrio, desde hace por lo menos ocho meses. Le pedimos insistentemente a la anterior corporación municipal que los limpiase y no nos hizo ningún caso», explicaba ayer Ruiloba mientras su nieta jugaba en el parque. Todos los columpios están cubiertos de pintadas y de antiestéticas firmas en un parque que apenas fue inaugurado hace unos años. Rubiola espera que el nuevo Ayuntamiento les haga un poco más de caso y limpie los juegos infantiles, sobre todo de las pintadas más explícitas. «Las fiestas ya pasaron, es hora de que se pongan a trabajar y actúen por mantener esta zona», afirma.
Pero ésta no es la única queja que tienen los vecinos sobre la falta de mantenimiento esta zona verde, que discurre paralela a la avenida de Elche. La ausencia casi total de lugares de sombra es una de las peticiones en la que más insisten los vecinos.
Y es que en todo el parque apenas hay zonas en las que resguardarse del sol y de las altas temperaturas, ya que los árboles que se han plantado son de poco porte o ejemplares demasiado jóvenes para que den sombra. «Les hemos pedido que al menos hagan un techado sobre la zona de juegos, porque cuando hace mucho calor, los niños apenas pueden usar los juegos porque al tocarlos están hirviendo y se queman». Las fuentes del parque «han llegado a estar cinco meses sin agua» y actualmente un niño solo no puede accionarlas por estar demasiado duras. Debajo de las camas elásticas que hay en la zona de juegos infantiles se acumula la basura «de forma que los niños no pueden saltar».
Árboles que se secan por falta de riego y palmeras que no se podan regularmente son otras de las quejas que enumeran. Otra de su principales reclamaciones tiene que ver con un enorme socavón que hay al final de la calle Ecuador en medio del asfalto desde hace meses. «Es muy fácil que una persona mayor meta el pie en este agujero y se caiga, pero por más que se lo decimos a la gente del Ayuntamiento no lo tapan, dicen que no tiene importancia».
