El nuevo Consell le ha propuesto como consellera de Educación, ¿ha dado el sí?
Sí, he dicho que sí, aunque habrá que esperar a que se haga oficial el nombramiento por parte del presidente, Ximo Puig, para que sea efectivo.
Demos por hecho que sea así. En ese caso le espera trabajo urgente ante las incertidumbres del nuevo curso escolar, de entrada sobre la fecha de inicio.
En su discurso el presidente lo dijo muy claro, que empezaremos el día 10 de septiembre, es lo primero que se va a hacer, sin duda.
¿Tanto importa un día por delante o por detrás?
Comparto al cien por cien el sentir de los docentes porque yo lo soy también, y hay un clamor entre los padres también. Ni en Primaria ni en Secundaria se puede empezar adecuadamente de otra forma.
Las instrucciones de inicio de curso para Secundaria no se han publicado y los directores advierten que trabajan en la ilegalidad para organizar el curso.
También fui inspectora y mientras no hay nueva normativa sigue vigente la anterior, no hay un vacío legal. Otra cosa es que se esté esperando a que se publique y se trabaje con un borrador que tampoco convenza. Todo eso plantea el problema de seguir con lo que están haciendo o trastocarlo.
Ese es el quid de la cuestión. ¿Qué pueden esperar padres y docentes?
Habrá que aterrizar con mucha prudencia y salvar un poco los muebles, porque la gente se va de vacaciones y para septiembre tienen que tener las cosas claras. Tengo clarísimo que deberé trabajar todo el verano y, desde la semana que viene, ponernos a trabajar porque las emergencias son muchas.
¿Su orden de prioridades?
Evitar el cambio de libros o del horario que se resta a asignaturas de Bachillerato... Todo el mundo se pregunta qué vamos a hacer ahora mismo y tampoco puedo asegurar nada todavía, pero me voy a dejar la piel porque soy docente y sufro cada día con los compañeros, porque lo veo. Algo hay que hacer al respecto, es preciso, no podemos estar así. Vamos a sentarnos por la emergencia de todos estos temas con los directores de los centros. Veremos qué respuesta se puede dar, pero cuanto antes, como si hay que decir que legalmente no podemos. Con prudencia, humildad, tranquilidad, y trabajando sin parar.
Es curioso que la ejecución de una sentencia por parte del PP cuando accedió a la Generalitat en el 96, le apeó de la inspección, y su primer caballo de batalla como nueva consellera sería otra sentencia, en este caso la rebaremación de los interinos.
Qué cosas. Cuando nos fuimos de la inspección, el PP recuperó a la gente que le pareció oportuno y yo nunca fui considerada oportuna, pero me quedo con el lado positivo porque he ganado en experiencia y porque me gusta la docencia. No me hice maestra porque sí, soy muy vocacional y al final me ha venido bien. Obviamente recurrimos y al menos moralmente se nos dio la razón, y ahí quedo la fiesta, y, mira por donde, volvemos ahí.
¿Que pasará con estas oposiciones en las que, por cierto, es usted presidenta de tribunal?
Hay que ir con prudencia. Por supuesto ver con abogados si se puede parar el recurso, y lo vamos a parar, pienso que va a ser así, aunque debo hablar con cuantos vayan a trabajar en la conselleria. Mi sentimiento es que no se puede seguir así y tendremos que explicar todo lo que encontremos.
La jornada continua es otro de esos temas calientes.
Así es. Yo soy una persona muy dicharachera y sociable, y no imagina la de gente que se me ha acercado con temas desde que empezó a salir mi nombre, lo que me hace sentir algo abrumada, pero también tengo en mente abordar la jornada continua porque son muchos los que lo piden, aunque el tema es muy serio porque afecta a horarios y a familias y no se puede hacer únicamente preguntando a ponentes. Es mucho más serio que eso y el diálogo de todas las partes debe estar presente por una evaluación y análisis profundo del sistema.
¿A qué se refiere?
El término evaluación todo el mundo piensa que se dirige a los niños, pero no, vamos a dejarlos tranquilos. Se trata de valorar cómo han funcionado los servicios educativos.
¿Las diagnósticas tienen entonces los días contados?
A buen entendedor..., pero hay que ir con prudencia, diálogo y sencillez. Escuchar a todo el mundo, a todos los implicados, valorar e ir para adelante con lo que parezca más sensato.
Esa es la misma carta de presentación que hizo en su día la consellera ahora en funciones, María José Catalá.
Pero en mi caso va a ser verdad porque vengo de la base, entre la gente que sale a la calle, del movimiento cívico que pega pancartas y vamos a las «trobades». Todo ese movimiento está detrás e implica hablar mucho con la gente. Esa es la línea que quiero seguir, más que hacer una declaración típica. Voy a ser muy trabajadora si la salud me da margen y siempre que se haga oficial el nombramiento, claro.
