Es la pesadilla de los padres. Que su hijo desaparezca. Y si es casi un bebé, que apenas sabe hablar, la angustia es aún más terrible. Ayer ocurrió en Alicante y el protagonista es un niño con edad de no haber comenzado aún el 'cole'. Aunque la desaparición acabó con final feliz. Pero la peripecia es digna de una novela por la corta edad del protagonista, una aventura que ha terminado con final feliz y un susto que los padres tardarán en olvidar.

Un pequeño de tan solo tres años de edad desaparecía ayer de su casa, en la calle César Elguezábal, en pleno centro de la ciudad, a las siete de la tarde. Sus padres al percatarse lo buscaron «como locos» por la Rambla y los alrededores. No ha trascendido cómo pudo salir del domicilio, pero lo cierto es que el niño recorrió solo buena parte del centro de la ciudad. Y ello sin, al parecer, dar muestras de estar buscando a sus progenitores ya que lo más curioso es que nadie reparó en que el pequeño andaba sin ningún mayor que lo cuidara. Durante ese tiempo, el niño recorrió una ciudad que estos días está en plena vorágine fogueril y debió cruzarse en su camino con cientos y cientos de personas.

El concejal de Seguridad, Fernando Marcos, explica que el pequeño anduvo perdido durante una hora mientras ya le buscaban la Policía Nacional y la Policía Local.

No ha trascendido cómo pudo salir de su casa, lo que es una realidad es que llegó caminando hasta el otro extremo de la ciudad, posiblemente se dirigió hacia Gabriel Miró y caminó hacia el Ayuntamiento o transitó por la Explanada y alcanzó la zona del Cocó, pasando el paseo del Postiguet, y encontrando en su camino racós y hogueras como la de Gabriel Miró y la Rambla. El pequeño fue recogido por la Policía Local de Alicante que se lo entregó a los padres.

El edil de Seguridad se congratulaba del final feliz de esta peripecia infantil. «Es sorprendente que un niño de tres años se recorra media ciudad y además que nadie se haya dado cuenta de que estaba perdido. Estamos contentos de que haya aparecido sano y salvo».