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Los musulmanes celebran el Ramadán en plenas fiestas

Miles de personas afrontan el reto de vivir las Hogueras sin comer ni beber hasta el anochecer

La mezquita de Alicante acogía ayer los primeros rezos del Ramadán y la cena tras la ruptura del ayuno. eric carpen

Cuando todo el mundo come y bebe desde que se despierta hasta que se acuesta, miles de personas en la ciudad de Alicante viven las Hogueras en el más estricto ayuno. Es la comunidad musulmana de la ciudad, que ayer inició el Ramadán, el mes más importante de su calendario. Desde que sale el sol hasta que se pone no se puede comer, ni beber. Todo un reto en una ciudad que esos días se vuelca, más si cabe en la gastronomía. Sin embargo, para quien está acostumbrado a poner a prueba cada año cuerpo y mente para la privación de alimentos, este desafío espiritual y físico resulta sencillo. «Quien está acostumbrado a ayunar no sufre. Hay que tener en cuenta que los niños comienzan a practicar el Ramadán desde muy pequeños, a lo mejor con 7 años y de una manera muy paulatina», señalaba ayer Majed Khadem, presidente de la Comunidad Islámica de Alicante. Además, este año el Ramadán cae en junio, cuando los días son más largos, lo que significa más horas sin comer. «Quien está acostumbrado a ayunar no va a sufrir mucho», insiste Khadem. Cerca de 36.000 musulmanes residen en la provincia, «una cifra que se mantiene estable desde hace años».

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