Los grupos de izquierdas que aspiran a gobernar conjuntamente la ciudad (PSOE, Guanyar Alacant y Compromís) alcanzaron ayer un principio de acuerdo sobre el programa que marcará las líneas claves del gobierno municipal, dejando sin zanjar quién será el alcalde. Entre las 17 prioridades marcadas para los primeros cien días de gobierno figura la eliminación de Zona de Gran Afluencia Turística del centro, que desde hace dos años permite a las grandes superficies enclavadas en ella como el Corte Inglés abrir todos los domingos y festivos. La retirada de esta declaración es una de las reivindicaciones del pequeño comercio.

Dentro de las acciones más inmediatas se incluyen medidas contra la pobreza y el desempleo, la declaración de la ciudad como libre de desahucios, un plan de choque para reforzar la limpieza en los barrios o la apertura inmediata de los comedores escolares durante todo el año para los niños en situación de exclusión social de la ciudad. También la petición al Consell de paralizar y, en su caso, retirar el ATE de Rabasa o la elaboración de un informe económico independiente sobre la situación del Ayuntamiento. Se plantea un cambio en el reglamento del pleno para reducir las competencias directas del alcalde y eliminar el sueldo a los concejales imputados o investigados por casos de corrupción. Se promoverá un encuentro con el Consell para abordar la financiación de la ciudad y con Elche para abordar cuestiones de interés común, así como con la Universidad y representantes de la ciudadanía.

Junto a estas líneas de actuación dentro de los tres primeros meses de gobierno se han marcado cuatro ejes estratégicos con medidas para el conjunto del mandato. El desarrollo de un plan de choque de emergencia social, con nuevas políticas de vivienda y aumentando el presupuesto para acción social; otro plan contra el desempleo, destinando un 1% del presupuesto a crear empleo; la definición de un modelo de ciudad a través del nuevo Plan General, con un diseño compacto y vertebrado con el área metropolitana o con la definición de Rabasa dentro del nuevo PGOU; y la concreción de un nuevo modelo de gestión pública, con medidas de transparencia, la revisión del plan de ajuste, el rescate progresivo de contratas, la reducción del sueldo del alcalde y los concejales así como del número de asesores. En total, se han consensuado más de 40 puntos.

El principio de acuerdo se alcanzó ayer tras superar el desencuentro inicial sobre varios puntos, entre ellos la realización de una auditoría ciudadana de la deuda - primero se sentarán las bases sobre cómo hacerla -, el tratado de libre comercio entre la UE y EE UU - se acordó que el Ayuntamiento se posicione en un pleno - o la petición de Guanyar de declarar el centro zona saturada de ruido y modificar la ordenanza de veladores. Este aspecto queda suavizado en el programa, figurando que se garantizará el cumplimiento de las ordenanzas de vía pública y ruido, estudiando la necesidad de modificarlas y declarar zonas saturadas de ruido. Al respecto, desde Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA) advirtieron ayer de que si se reducen los veladores o se trata de modificar la ordenanza, habrá «una movilización» de todo el sector provincial.

Se trata de un programa de mínimos que hoy -tras recibir ayer el visto bueno de sus respectivas agrupaciones pretenden ratificar los tres alcaldables, que pasarán entonces a negociar quién será el alcalde. Echávarri defiende que es la fuerza de la izquierda más votada y se ampara en el pacto de su partido para dar la Alcaldía de Valencia a Compromís, mientras Guanyar defiende que tiene seis concejales como él. La postura de Compromís será clave.

Ayer ya hubo desencuentros, con la petición de Guanyar de retransmitir en directo las reuniones. Como alternativa, Compromís planteó levantar acta y grabarlas para visualizarlas a posterior. Algo que, finalmente, aceptó Guanyar.

En cuanto a la toma de posesión, se hará sin pasacalles y tampoco será en la plaza del Ayuntamiento. Tras las divergencias de la semana pasada, los cinco alcaldables consensuaron ayer que el acto de investidura tenga lugar en el Salón Azul de la Casa Consistorial, como viene siendo habitual, y con la intervención de la Banda Municipal. Los cinco podrán intervenir y el alcalde dispondrá de diez minutos adicionales. Se instalará una pantalla gigante visible desde la plaza (la del Ayuntamiento o la de Santa Faz, aún está por definir) para que el evento pueda seguirse por parte de los colectivos ciudadanos, entre los que se invitará a las entidades de interés municipal, pero no a plataformas como la de Iniciativas Ciudadanas o la Comisión Cívica por la recuperación de la Memoria Histórica, como criticaron Guanyar y Compromís.

Guanyar pidió que se eliminen invitados «como el Corte Inglés y otras empresas o colectivos que ya están representados mediante entidades como Coepa, Cepyme o la Cámara de Comercio». Además del Obispo, Jesús Murgui, estará invitada la Mesa Interreligiosa, para que estén representadas todas las confesiones religiosas. Por su parte, Compromís prevé depositar unas flores en las aguas del Puerto a título particular.