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El calor agrava la sequía y no se esperan lluvias hasta octubre

El mes de mayo más tórrido de la historia ratifica la tesis de que desaparecen las estaciones

El calor agrava la sequía y no se esperan lluvias hasta octubre

Cuarenta grados en Villena y treinta y siete en la ciudad de Alicante. La ola de aire tórrido del norte de África ha dejado en la provincia una sensación de desierto que, incluso, ha suavizado las relaciones entre el Ministerio de Agricultura y los regantes el Vinalopó que, finalmente, aceptan de manera extraordinaria que se active el trasvase Júcar-Vinalopó desde Cullera para enviar 15 hm3 de agua desde el Azud de la Marquesa para regar unas 20.000 hectáreas, fundamentalmente de vid, en los municipios de Villena, Aspe, La Romana y para socorrer a regantes del Baix Vinalopó. Las previsiones para el próximo verano anuncian una estación calurosa, no extraordinariamente abrasadora, pero sin una gota de lluvia, ya que según los modelos que maneja el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, no se esperan precipitaciones hasta octubre, lo que ha obligado a que el Taibilla envíe agua a Benidorm para evitar cortes en el suministro a partir de julio. La sequía va a posibilitar, incluso, que por fin se ponga en marcha la desaladora de Mutxamel.

Los modelos de previsión meteorológica para los próximos meses son, no obstante, contradictorios. Los europeos señalan un verano muy caluroso, algo que contrasta con los de los americanos, que marcan un verano de temperaturas normales, o sea calor pero no africano. «Eso sí, tanto un modelo como otro indican falta de lluvias entre mayo y octubre. Esto si que es grave», subrayó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología. Lo preocupante, además es que este calor de mayo (Alicante no registraba un día tan tórrido en este mes desde 1944) confirma una tendencia que se está comprobando desde hace 10 años.

«Las temperaturas medias desde 2004, en mayo, han estado siempre por encima de lo normal, entre uno y tres grados. Este año serán todavía mayores. En la primera quincena han sido 5º superiores a lo normal para un mes de mayo. Perdemos confort climático y se diluyen las fronteras entre las estaciones del año, especialmente entre la primavera, el verano y el otoño», aseveró Olcina.

Por otro lado, en la provincia las calles de Elda recordaban a típica imagen del verano. En la avenida de Ronda y en la recién «estrenada» Plaza Castelar niños y jóvenes combatían el calor bañándose en fuentes y surtidores de agua. En Villena los termómetros alcanzaron los 40 grados en las horas centrales del día y no bajaron de los 30 grados hasta la puesta del sol, con un calor sofocante, propio del mes de julio.

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