«Es una vergüenza. No han dejado sitio para pasar a la playa, y esto no termina ni en agosto». Es la queja de los bañistas asiduos de Urbanova sobre los obstáculos que se encuentran para poder entrar en la arena a causa de los trabajos de remodelación del murete del paseo Tomás Durá, ya que los escasos pasos peatonales habilitados les obligan a dar un gran rodeo, a meterse entre las cintas de obra y a levantar vallas para salir.
También hay malestar entre vecinos y negocios de restauración por la larga duración de esta reforma, que comenzó en diciembre. Aunque el pavimento está prácticamente terminado, todavía queda por cambiar un buen trecho del murete de la playa. El Ayuntamiento dio ayer una nueva fecha de finalización: el 20 de junio.
«Si no acaban entonces, harán mucho daño al turismo y a los restaurantes. Esto va muy lento», opinó María, que se lleva a la playa una botella de plástico que llena con agua de mar para quitarse, ella y su madre, la arena ya que los lavapiés están fuera de servicio por la obra. Esta alicantina criticó la baja altura del nuevo murete, «dentro de nada la arena está en el paseo». Fue la misma queja de otros vecinos, que hace unas semanas vieron entrar una barredora a retirar la arena tras un temporal, rompiendo varias baldosas. Otra crítica es que hayan cambiado primero el pavimento, cuya calidad también es cuestionada, y después el murete, lo que ha obligado a abrir un camino dentro de la playa para que pase la excavadora, «eso ha dejado grandes montañas de arena que luego habrá que quitar y todo eso es más dinero».
«Esperamos que a la larga nos beneficie pero se han retrasado mucho. Estamos en época de playa y la gente no puede disfrutar», explicó un restaurador, que, como varios bañistas, alertó del peligro de un escalón construido en medio del paseo. «Viniendo desde la playa no se ve. Hay gente que se ha caído y se los ha llevado la ambulancia». Los vecinos se sienten desatendidos respecto a otros barrios y piden más autobuses y médico todo el año ya que sólo pasa consulta en verano. El Ayuntamiento espera que la obra ponga en valor turísticamente Urbanova.
