La inyección de aire sahariano y la circulación del viento de poniente han hecho de este comienzo de mes el mayo más cálido que se recuerda en la historia climática de la provincia, que el domingo llegó a registrar casi 37 grados en el observatorio de l´Orxa. En Alicante se alcanzaron los 33,4 grados; en Elche, 33,7; en Orihuela, 36 y en Villena, 35,5. Según Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología del Instituto de Geografía de la Universidad de Alicante, estos registros no se han dado nunca en el mes de mayo «y mucho menos en los primeros días». Y las mínimas no se quedaron atrás porque no bajaron de los 17 grados en ningún punto de la provincia, ni en la costa ni en el interior. Ayer, el cambio de viento de poniente a levante «suavizó» la máximas que no pasaron de los 30 grados, seis menos que a la misma hora del domingo.
Desde el Laboratorio se descarta ya que pueda haber episodios de frío, por lo que la provincia avanza ya hacia un verano que se espera cálido y seco, una combinación letal para el sector agrícola que sigue sin tener resueltos los problemas de suministro de agua. El consumo urbano está asegurado gracias a las desaladoras, los aportes del Tajo y el trasvase extraordinario de 5 hm3 a Benidorm.
Ayer lunes volvió a ser un día bochornoso debido a que las nubes y la humedad aumentaron la sensación térmica. Entre hoy y el jueves bajan las temperaturas, que volverán a subir el viernes para dar paso a un fin de semana de nuevo soleado y caluroso.
Por otro lado, según el balance hecho público ayer por la Agencia Estatal de Meteorología, el pasado mes de abril fue un mes muy cálido y seco, el más seco desde 1987, con una precipitación media un 85% inferior al valor climatológico normal. La temperatura fue 1ºC superior a lo normal, pero la mayor anomalía se observó en las comarcas de interior debido al predominio del viento de levante en la primera mitad del mes. Estas comarcas son las más alejadas de la influencia del Mediterráneo, aún relativamente fresco en el mes de abril. En Villena, el mes cerró con una temperatura media de 14 grados, 1,4 más de lo habitual para abril; Alicante con casi 17 grados de media y Benidorm con 16,8 grados fueron junto a Villena las ciudades más cálidas de la provincia.
En algo más de un tercio del territorio, la precipitación acumulada resultó inferior a 5 l/m2 e incluso en comarcas como el Alto Vinalopó, La Vall d'Albaida y La Costera (7% del territorio), el mes fue extremadamente seco, el más seco desde que hay registros. En concreto, en el observatorio de Villena tan sólo se recogieron 2,6 litros por metro cuadrado, cuando lo normal hubieran ido 34,6 litros. Es decir, llovió un 92% menos de lo habitual en la zona donde están ubicados los acuíferos de los que bebe la costa de l´Alacantí. En el municipio de Alicante el observatorio de Ciudad Jardín registró 13 litros por metro cuadrado, un 55% menos de lo normal.
En el conjunto de la Comunidad Valenciana, el mes pasado fue el abril más seco desde el año 1987, con una precipitación media un 85% inferior al valor climático normal, y muy cálido, con una temperaturas un grado superior al promedio habitual.
Según el resumen climático de abril de la Agencia Estatal de Meteorología, el mes comenzó relativamente fresco debido al viento de Levante, con valores alrededor de dos grados más bajos de lo normal en Pascua, pero la segunda mitad del mes fue muy cálida.
La temperatura media durante el mes de abril fue de 14 grados, un grado superior al promedio normal, y en comparación con la serie de temperatura media de abril en el periodo de 30 años (1981-2010) lo meteorólogos lo califican como un mes de abril muy cálido. Las temperaturas más altas de abril se registraron el día 24 en Ontinyent, con 30 grados; Jalance con 29,4; y Carcaixent con 29.2; y las más bajas se midieron la madrugada del día 7, con heladas débiles.
