Las comisiones del Consejo Social de Alicante, creadas para evaluar el impacto del macrocentro en Rabasa y su definición como actuación estratégica, cuestionan desde la ubicación del parque científico, así como el exceso de oferta comercial o el coste de mantenimiento de las Lagunas de Rabasa. Así se desprende de los borradores expuestos ayer por los diferentes ponentes de las comisiones y que, con las aportaciones de los diferentes miembros, darán lugar a un dictamen único que el profesor de la Universidad de Alicante Manuel Desantes expondrá el 6 de mayo.

El borrador avanzado ante la comisión sobre Economía, Empleo y Comercio por el representante de la Cámara de Comercio, Andrés Sevila, incide en la indefinición del proyecto, en la necesidad de que se valore su impacto en el área Alicante-Elche y en que la superficie comercial prevista podría tener efectos negativos en el sector comercial de toda la provincia. Al respecto, se puso sobre la mesa que el proyecto que promueve Alicante Avanza mercantil participada por Enrique Ortiz supondría un sobredimensionamiento de la oferta comercial que afectaría a la economía y empleo del sector, especialmente al comercio urbano. Del borrador se desprende que resulta positiva la llegada de inversiones y la implantación de Ikea, así como la creación de un parque científico empresarial.

Sobre ese parque se debatió también en la comisión sobre Urbanismo y Medio Ambiente, cuyo ponente fue el representante de Coepa Fermín Crespo. En el borrador se plantea estudiar la posibilidad de reubicar la parcela del parque científico, con una mejor conexión con la Universidad y una mayor visibilidad, que puedan convertirlo en una segunda locomotora del proyecto para atraer inversiones. Al respecto del parque científico-empresarial, el portavoz de UPyD, Fernando Llopis, abogó por atraer compañías que sirvan como motor del proyecto «para convertir a la provincia en referente de innovación».

En el documento de trabajo sobre el que se debatió en la comisión, también se insta a buscar soluciones al impacto que tendrá el macrocentro comercial, a evaluar los posibles desequilibrios y a analizar el tipo de comercio que irá en la superficie comercial complementaria que plantea el proyecto. También se plantea la necesidad de dimensionar los viarios para evitar colapsos y valorar los costes de mantenimiento de la gran superficie del proyecto (suma 2,4 millones de metros cuadrados) para las arcas municipales. Un gasto que sólos se considera justificable si la iniciativa genera suficientes beneficios económicos, sociales y ambientales para la ciudad. En esa línea se plantea que debe valorarse si el parque público de las Lagunas de Rabasa debería posponerse hasta que se defina el planeamiento urbano de Alicante.

En la comisión sobre Estrategia, cuyo ponente es el representante de IFA, Antonio Galvañ, se planteó la amenaza del exceso de oferta al considerar que «no es señal de calidad y puede producir una pérdida de rentabilidad del sector de hostelería y comercio». También se considera necesaria la complementación entre el parque que contempla el ATE con el parque científico de la Universidad, tanto a nivel físico como funcional.