Un frente de tormenta causó ayer el pánico en el corazón de la ciudad. Pasadas las cinco y media de la tarde, una fortísima racha de viento hizo volar por los aires las carpas instaladas en la Plaza del Congreso Eucarístico con motivo del festival gastronómico e incluso llegó a arrancar tres farolas. Tal y como explica el geógrafo de la UA, Jorge Olcina, «un frente de tormenta es el viento asociado a una nube de tormenta que sopla con rachas fuertes pero también durante unos pocos minutos».

Afortunadamente, y a pesar de los numerosos destrozos materiales causados, no hubo que lamentar heridos graves, ya que las personas que se encontraban tanto en el interior de las carpas como en las terrazas de los establecimientos cercanos salieron corriendo al ver que el viento estaba destrozando la instalación. Al lugar se desplazaron agentes de la Policía Local, Nacional y efectivos de DYA que tuvieron que atender a una mujer con un traumatismo en la cabeza y a otra con una crisis de ansiedad.

«Hemos visto como una especie de tornado venir hacia nosotros y que se llevaba todo a su paso, desde las barras hasta los barriles por lo que hemos salido corriendo a resguardarnos», narraba José Álvarez camarero del restaurante Martino que participaba en el festival gastronómico. Según comentaban algunos de los participantes en el evento, las pérdidas materiales podrían ascender a 20.000 euros.