Pasó su infancia en la cama de un hospital, sin poder jugar ni siquiera pintar, que era lo que más le gustaba. Sólo podía entretenerse con su imaginación y así pudo pensar en los trajes que le gustaría dibujar. El diseñador Hannibal Laguna compartió ayer recuerdos y emociones con los niños ingresados en el Hospital General de Alicante durante un taller de moda en el que les enseñó a pintar sus propias camisetas.

La Unidad Pedagógica se quedó pequeña para acoger a los niños que fueron trasladados desde sus habitaciones para disfrutar de esta iniciativa. La idea era estampar la firma de los pequeños en la camiseta, para lo que recibieron los sabios consejos de Laguna. «La firma es el dibujo más importante que haréis, porque es el que os acompañará durante toda la vida», les explicó. Con la lección bien aprendida, los pequeños se pusieron manos a la obra mientras le iban pidiendo asesoramiento al maestro de la moda. «Es que mi firma no se entiende», «Yo nunca pongo mi nombre», «¿Queda bonito si hago una letra más grande que el resto?», preguntaban.

Laguna estaba encantado de convertirse por un día en maestro de los pequeños diseñadores. «Esta actividad ha despertado recuerdos muy emocionantes. Sé lo difícil que es pasar por esta situación y creo que está en manos de todos hacer que el día a día de estos niños sea menos monótono», explicó el diseñador. Para Ruth Pérez, maestra de la escuela, actividades como la de ayer «permiten que la gente vea que aquí suceden cosas espectaculares, que se salen de lo normal, igual que se sale de lo normal ver a los niños enfermos». Se trata, añade, «de hacer especiales a niños que son especiales».