«Las reválidas son un profundo error y el coste de los nuevos libros va a ser excesivo para las familias un año más». Son las principales pegas que ayer presentaron las federaciones de padres de alumnos de la enseñanza tanto pública como concertada ante los responsables de Educación, sobre el desarrollo de los nuevos currículos de Secundaria y Bachillerato para el curso que viene.
Los presidentes de las confederaciones Covapa y Concapa, Ramón López y Julia María Llopis, coinciden en rechazar el modo «precipitado» de la aprobación de la Lomce, y concretan que los exámenes de reválida en cuarto de ESO «convertirán este curso en un recurso para aprobar un examen». La reválida dará paso a seguir estudiando para ir a la Universidad o a la FP Básica, que luego da paso a los ciclos medios y superior de FP.
También se oponen a la «nociva interpretación que se hace del emprendedurismo». Explican que «con la nueva asignatura sobre Iniciativa Emprendedora se resta tiempo a otras materias» y se pierde formación integral humanista.
Malestar
Por aplicación de la Lomce, los cambios de materias afectan el curso que viene a primero y tercero de Secundaria, y a primero de Bachillerato, «y el coste de los libros va a ser excesivo». También reclaman que se vele por la atención a la diversidad en las aulas, y reprochan a la conselleria que no incluya la participación de las asociaciones de padres en la valoración de los proyectos y evaluaciones de centro, sino únicamente de cada padre a título individual, pese a que la legislación del 97, todavía en vigor, así lo contempla.
Finalmente mostraron su malestar ante la decisión de la Confederación Gonzalo Anaya de no asistir a la mesa de padres «al menos como muestra de respeto para expresar su postura, porque costó mucho ponerla en marcha», dijeron. La formación de padres que decidió ayer «plantar» a Educación, como la semana pasada hicieron los sindicatos docentes, explicó que «no queremos ser comparsa de esbirros de Wert y Catalá, ni negociar una ley segregadora que promueve la privatización de la educación y un modelo de escuela que no queremos».
Catalá, por su parte, decidió también ayer, retomar la negociación del currículo y las plantillas con los sindicatos, dando más tiempo, lo que tanto CC OO como Fete y STEPV valoraron como un «éxito de la presión ejercida».
