La Junta de Hermandades de Alicante comenzará en mayo a catalogar los fondos que formarán parte del Museo de Semana Santa, que ocupará un espacio de 2.000 metros cuadrados en la antigua Fábrica de Tabacos. El Ayuntamiento ha cedido a la entidad dos naves en el antiguo secadero, donde durante décadas más de 5.000 alicantinas trabajaron transformando el tabaco en cigarrillos farias y ducados, y que es tan amplio que permitirá instalar un auditorio con capacidad para 1.500 personas, y reservar otra sala como Museo de Nanos i Gegants. «Es un edificio histórico y el mejor para el museo», declaró ayer el alcalde, Miguel Valor, que visitó la antigua fábrica ayer junto al edil de Fiestas, Andrés Llorens, y el presidente de la Semana Santa, Alberto Payá.

La entidad, que habría preferido por su significación religiosa ya que fue también un convento la Casa de la Misericordia, donde hoy se guardan los tronos de diversas hermandades, agradeció no obstante la cesión de dos naves para el museo, en respuesta a la petición en este sentido formulada al alcalde durante el pregón. «Ya tenemos un espacio seguro, y es tan amplio que podría acoger exposiciones de arte sacro, conciertos, conferencias...Es una auténtica joya». La Junta trabaja en un proyecto museístico interactivo y dinámico, alejado de una exposición de tronos e imágenes. «Habrá mantos, trajes, enseres, bordados o joyas, con salas con olor a incienso, en las que la gente pueda cargar un varal, algo parecido al MARQ», precisó Payá, que no descartó mostrar alguna talla significativa no expuesta al culto.

El Ayuntamiento habilitará las dos salas, casi acabadas, con la instalación eléctrica, la limpieza y el mantenimiento. El edil de Fiestas destacó la riqueza del patrimonio de la Semana Santa, «que era necesario mostrar a los alicantinos y a quienes vienen de fuera».