Arrancados o podados casi por completo. Las obras de remodelación que se están llevando a cabo en la plaza Doctor Gómez Ulla, han acabado con buena parte de los árboles y arbustos de este enclave del barrio del Pla, frente al Museo Arqueológico.
La asociación de vecinos del barrio critica que la mayor parte de estos ejemplares han sido «arrancados de cuajo, otros talados y a otros se les ha hecho una poda salvaje». El Ayuntamiento está realizando desde hace poco más de una semana obras en esta plaza con un presupuesto que asciende a 240.000 euros. Según fuentes municipales, el grueso de los trabajos se centra en renovar la jardinería, «pero manteniendo parte del arbolado existente, fundamentalmente las palmeras perimetrales y el ficus central». También se pretende «potenciar el uso de este espacio urbano y resolver algunos problemas de accesibilidad».
Los vecinos, sin embargo, critican que las obras han arrasado con buena parte de los ejemplares del jardín «y se ha desmontado el único juego infantil existente». De hecho, ayer era visible la eliminación de buena parte de los árboles de menor tamaño que poblaban esta plaza.
La semana pasada la asociación de vecinos Barrio del Pla ya criticó que las obras habían comenzado sin que se les hubiera aportado ninguna información por parte del Ayuntamiento «a pesar de que se pidió hace ocho meses, tanto por escrito como por registro, conocer la memoria técnica y participar en el diseño final del proyecto». Una petición «que no ha sido contestada por el Ayuntamiento».
La remodelación de otra de las plazas del barrio, la de Estella, también ha despertado las críticas vecinales por la falta de información. En esta zona el Ayuntamiento invertirá 180.000 euros para renovar el pavimento y la jardinería. Este mutismo municipal «es injustificable aunque, por desgracia, habitual, antes con Sonia Castedo y ahora con Miguel Valor», señala Mateo Pinheiro, miembro de la asociación de vecinos Barrio del Pla. Y es que los residentes de esta zona se enteraron del inicio de las obras cuando las plazas fueron valladas la semana pasada para iniciar los trabajos.
«No pretendemos decidir qué se va a hacer en la plaza, pero desde luego tenemos derecho a opinar antes de que el Ayuntamiento tome las decisiones», indica Pinheiro. La vecindad, añade, «está preocupada al desconocer incluso detalles tan básicos como si habrá sombra suficiente en la plaza o si está previsto algún tipo de juego infantil».
La plaza «ha estado abandonada durante años y no queremos que se convierta solo en una fachada ornamental del Marq. La plaza también es para usarla los niños y adultos».
