El profesor Luis Bañón apela a las responsabilidad de los conductores, por encima de que las normas que regulen la velocidad.
¿Qué le parecen las novedades que se quieren incorporar al reglamento de circulación con un aumento de la velocidad a 130 km/hora en las autovías?
Me parece una medida acertada elevar el límite de velocidad en vías de alta capacidad, aunque el nuevo reglamento la implanta de forma timorata y con cierta inseguridad jurídica para el conductor. España dispone de una extensa red de autopistas y autovías de elevada calidad, diseñadas para circular en condiciones de total seguridad a 130 km/hora e incluso a 140 o 150 km/hora en gran parte de sus tramos. Países como Italia, Francia, Dinamarca, Austria o Alemania permiten esa velocidad de forma genérica.
Se podrá correr más en la autovías, pero en la ciudades se quiere limitar a los 20 km/hora ¿Qué opina?
La propuesta mantiene el límite genérico de 50 km/hora en vías urbanas y travesías, si bien añade dos límites adicionales, a 30 y 20 km/hora en vías de menor rango -rebautizadas como 'zonas 30' en algunas ciudades y vías semipeatonalizadas, donde peatones y vehículos comparten una misma plataforma de circulación. Veo lógica esta reducción aunque, por otro lado, no es necesario regularla, ya en estos casos es la propia configuración geométrica de la vía la que condiciona la velocidad.
¿Le parece un contrasentido que cada vez se fabriquen coches más potentes pero luego no se pueda correr?
Cualquier ciudadano con permiso de conducir debe ser suficientemente maduro para saber qué tiene que hacer cuando tiene un volante en las manos, y de las consecuencias que tiene hacer un uso inapropiado del vehículo, independientemente de su potencia.
¿Pierde derechos el conductor de un vehículo frente al ciclista?
La incorporación de ciclistas de forma masiva a la circulación, especialmente en vías urbanas, es un fenómeno novedoso y para el cual muchas ciudades y los propios conductores no están del todo preparados. Por otro lado, hay conductores demasiado impacientes, así como ciclistas que en ocasiones infringen las normas de circulación y piensan que la calle es suya poniendo en peligro su propia integridad y la de otras personas.
¿Los carriles-bici son suficientes o demasiados?
No es una cuestión de cantidad, sino de calidad. En Alicante se ha ejecutado un plan de infraestructuras ciclistas para fomentar el uso de bicicletas. Es un buen comienzo, aunque quedan muchos aspectos por pulir en este sentido. Por ejemplo, los barrios residenciales más nuevos, como el PAU-1 se diseñaron contando con carril bici sobre la acera, pero su ubicación no ha sido la más acertada y causa numerosos conflictos entre peatones y ciclistas. Una solución sencilla y sin coste alguno hubiera sido distribuir el espacio de otra forma, colocando la línea de arbolado entre el carril bici y la acera.
El cinturón de seguridad no es obligatorio para todos.
El nuevo reglamento sigue eximiendo a ciertos colectivos profesionales de su uso en determinadas circunstancias, principalmente a taxistas y transportistas dentro de poblado. Son casos concretos el riesgo de accidente se ha comprobado que es reducido como para justificar su uso no obligatorio.
