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La Universidad ve viable que el Sidi pueda volver a abrir si reorienta su oferta a un tipo concreto de clientes

El establecimiento cumple cuatro años cerrado desde la quiebra de la empresa que lo gestionó

El que fuera uno de los jardines más envidibles frente al mar se está secando por la falta de mantenimiento en un complejo hotelero que el jueves cumplirá cuatro años cerrado. isabel ramÓN

Cuatro años después del cierre del hotel Sidi San Juan (15 de enero de 2011), el que fuera uno de los complejos de cinco estrellas más emblemáticos de la Costa Blanca sigue pudriéndose frente al mar sin que sus propietarios -dos entidades financieras- hayan aceptado ninguna oferta para su venta, y sin que se haya resuelto el concurso de acreedores que llevaba un Juzgado de Alicante. Hasta el momento sólo fue irme la oferta de la cadena benidormí Servigroup. El juez llegó a tener encima de su mesa durante el año pasado dos ofertas, al parecer firmes, de sendos grupos inversores, uno ruso y otro español, pero al final no fructificaron.

Fuentes del sector turístico conocedoras de la situación del inmueble aseguran que cada año que pasa el problema aumenta debido al deterioro que sufre un edificio cuando está cerrado, por lo que al precio de la compra habría que añadir los costes para acondicionarlo de nuevo y poder abrir.

¿Existen alternativas? Para el director del Instituto Interuniversitario de Investigaciones Turísticas de la UA, Fernando Vera, el uso hotelero es viable, pero en la situación de mercado actual exige «una importante renovación física y de orientación de negocio, mejor segmentado y con una oferta más diferenciada, que permita un reposicionamiento del establecimiento recuperando su condición de complejo emblemático de la ciudad y de la Costa Blanca».

Para Fernando Vera, la implicación de la Administración en este proceso podría ir en la línea de facilitar las condiciones para desarrollar un proyecto empresarial ambicioso que plantee la renovación física del establecimiento con una orientación de negocio diferenciada. Como alternativas, estaría su orientación al deporte, gastronomía, salud, wellness, e, incluso, desde la óptica agregada del todavía inexistente clúster de salud. en la Costa Blanca. Del que mucho se habla pero poco se concreta.

En el momento de su cierre, el hotel estaba completamente operativo, pero en los últimos cuatro años el propio modelo de negocio ha cambiado y, según alerta Fernando Vera, harían falta cambios en el propio hotel para hacerlo atractivo. «Si nos ceñimos al contexto del hotel, su ubicación continúa siendo una de sus ventajas y la Playa de San Juan mantiene una localización y condiciones de entorno óptimas, desde el punto de vista urbano y turístico». No obstante, desde el punto de vista de la demanda los nuevos establecimientos cuentan con infraestructuras y diseños más sofisticados y se han adaptado mejor a las expectativas del turista actual.

Causas de un cierre

La caída de la ocupación, la ausencia de clientes -Iberia y Air Berlin dejaron de alojar a sus pilotos por los ajustes de programación-, los retrasos en los pagos de las agencias, y el hecho de que ya no se produzcan en invierno desvíos de turistas a playa desde el caso urbano de Alicante por la cantidad de plazas que oferta la ciudad, precipitaron el cierre del hotel. La empresa planteó en principio una suspensión temporal de empleo, pero las negociación con los trabajadores se rompió cuando el planteamiento pasó a ser de despido definitivo.

Inaugurado a mediados de los años setenta del siglo XX en la primera línea de playa, el Sidi fue hasta su cierre uno de los hoteles emblemáticos de la provincia. Su ubicación, inmejorable, le proporcionaba llenos todos los veranos. Durante el invierno sobrevivía gracias a eventos, que cayeron en picado por la crisis económica. Llegaron las pérdidas en los meses sin ocupación y la empresa optó por convertirlo en un establecimiento de temporada.

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