El puerto de Alicante es uno de los puntos calientes para detectar el posible paso de terroristas islamistas al tener, junto con Almería, las únicas líneas marítimas que enlazan de forma directa la península con Argelia y, por ello, el incremento de la alerta antiterrorista acordado por el Ministerio del Interior tras los atentados en Francia se tradujo ayer en un aumento de los controles de personas y vehículo bajo un amplio despliegue policial en la zona portuaria.
El ferry que tenía previsto zarpar anoche desde Alicante rumbo a Orán era el primero desde la masacre terrorista en París y lo hizo sin problemas pese a que embarcaron 1.200 personas con cerca de 300 vehículos y los controles ralentizaron este proceso.
En la carretera de acceso a la terminal marítima la Policía Nacional ya había desplegado a primera hora de la tarde un amplio control con agentes de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR) y de la Unidad Canina, ambos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. Durante más de dos horas estuvieron parando a vehículos que se dirigían a la zona de embarque en el ferry, sin que se detectara nada irregular.
Este primer filtro de control aleatorio, eludido por muchos pasajeros más madrugadores, no es el único, ya que en la zona de embarque hay un control más exhaustivo de todos los vehículos y personas. Policías de la Brigada de Extranjería y Fronteras se encargan de verificar el pasaporte de las personas que viajan a Argelia o regresan a Alicante en el ferry para comprobar si existe alguna requisitoria policial o judicial sobre ellos y efectivos del Resguardo Fiscal de la Guardia Civil controlan el equipaje y los vehículos. A este operativo también se sumaron ayer efectivos de la Brigada de Información.
Los ciudadanos magrebíes afectados por los mayores controles establecidos por la alerta antiterrorista se lo tomaron con calma y no se registraron incidencias, salvo alguna disputa verbal aislada entre pasajeros en la cola de acceso dentro de la terminal marítima. Procedentes de diferentes puntos de Alicante y otras provincias, así como de Francia, Bélgica y otros países europeos, los pasajeros magrebíes aparentaban ayer tarde estar más pendientes de su viaje a Orán, que de las noticias que llegaban de París, aunque algunos jóvenes si seguían a través de sus teléfonos móviles la evolución de los dos secuestros.
