El aumento de la compra de agua desalada para poder garantizar el suministro de agua potable, y evitar así cortes y restricciones, va a provocar que el recibo trimestral del agua para abastecimiento urbano suba este año hasta 10 euros de media en la provincia, producto del incremento que los ayuntamientos tendrán que incorporar a la factura a partir de abril. Mes en el que entrará en vigor el aumento propuesto por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla el pasado diciembre, y que será aprobado por el Gobierno este primer trimestre, ya que el informe de los técnicos se presentó al consejo con el visto bueno del Ejecutivo.
Un «palo» más para las familias y para los equipos de gobierno de los 34 municipios de la provincia (Alicante, Elche y todos los de la Vega Baja, entre otros) que reciben caudales del Tajo, el Taibilla y las desaladoras, y que deberán, por tanto, subir el agua en pleno período electoral. Alicante es una de las provincias españolas que más cara paga el agua. Los recursos propios son insuficientes y los caudales llegan tras recorrer muchos kilómetros y de las desaladoras. El precio medio del recibo trimestral está en los 90 euros, con una horquilla que va entre los 70 y los 120 euros, con un consumo de entre 30 y 50 metros cúbicos por trimestre.
La sequía que sacude también los embalses de Entrepeñas y Buendía, donde arranca el trasvase, obliga este año a la Mancomunidad a comprar 60 hm3 de agua a las plantas desaladoras, el doble que hasta el año pasado. Cantidad que garantiza el abastecimiento pero tiene su precio, ya que el caudal desalado cuesta ocho veces más que el que llega del trasvase. En concreto, un euro el metro cúbico frente a los veinte céntimos de euro del agua del Tajo. Hay ayuntamientos, como el de Murcia, que han decidido que congelarán el coste y asumirán el incremento. Un movimiento claramente electoral pero peligroso, porque supondrá aumentar el déficit en unas arcas, las municipales, bajo mínimos por la crisis y el mal uso del dinero público.
De momento, los ayuntamientos de la provincia no han movido ficha pero será difícil que puedan camuflar la subida, máxime cuando algunos, como el de Alicante, tienen fiscalizadas sus cuentas directamente por el Gobierno. En la provincia, más de la mitad de la población censada bebe agua de la Mancomunidad del Taibilla y las cifras se disparan en la temporada alta por la afluencia turística.
La Mancomunidad de Canales del Taibilla acordó en diciembre subir el precio del metro cúbico del agua de consumo casi cinco céntimos (pasando de los aproximados 0,645 euros actuales a casi 0,695). La medida no ha gustado nada a lo ayuntamientos y, de hecho, el consejo votó mayoritariamente en contra, algo que, sin embargo, en la práctica no sirve, porque la consulta no es vinculante y el informe de los técnicos cuenta ya con el visto bueno del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Queda ahora, no obstante, en manos del Gobierno, ratificar o no la subida y en general todo el contenido del informe del Taibilla, en el que quedó reflejado el pronunciamiento desfavorable de los ayuntamientos. La subida se traducirá en las facturas de forma distinta en cada municipio, pues cada ayuntamiento tiene distintas fórmulas para aplicar el precio del agua del Taibilla. El incremento, en todo caso, se aplicará a partir de abril. El Gobierno nunca ha tumbado una subida del agua previo informe de la Mancomunidad.
El nivel de reservas en la cabecera del Tajo está en torno a los 546 hm3. El envío al Segura se ha reducido de los 38 hm3 que llegaron en octubre y noviembre a los 20 hm3 en diciembre. No se esperan lluvias a medio plazo y los aportes del trasvase siguen siendo reducidos y serán, de no mejorar la situación, tan sólo de 7,5 hm3 al mes.
