El descenso de población es en general menor en los grandes núcleos urbanos del interior de la provincia, aunque en el caso de Alcoy alcanza un importante efecto psicológico. Por primera vez en 44 años, desde el censo de 1970, la ciudad queda por debajo de los 60.000 habitantes. En la citada fecha, el municipio contaba con 61.061 vecinos, y una década después llegó a sobrepasar los 66.000; sin embargo, ahora sólo alcanza 59.675. En el mismo entorno, Ibi pierde 178 habitantes en el último año y se sitúa en 23.456, mientras que Cocentaina se mantiene con 11.519 vecinos -39 menos que en 2013- y Castalla queda por muy poco por encima de los 10.000 habitantes, tras perder más de 400. Por otra parte, en el área del Vinalopó todos los municipios grandes pierden habitantes; en Petrer, no obstante, la bajada es testimonial, de sólo tres personas. La de Elda, en cambio, es un poco mayor incluso que la de Alcoy, situándose en 53.540 vecinos. Por su parte, Villena pierde otros 304, Novelda 225 y Aspe otros 93. No obstante, ninguno de estos ayuntamientos pierde concejales, como sí ocurre en otros municipios, tal y como se explica hoy en este mismo periódico. A. T.
