La Conselleria de Infraestructuras ha remitido al Ministerio de Fomento el estudio previo de viabilidad del «tren de la costa», adaptado a los tiempos de crisis. La nueva propuesta «low cost» de la Generalitat logra reducir a los 955 millones de euros el coste total de la «conexión ferroviaria Valencia-Alicante por la costa». Desde que se presentó por primera vez esta última propuesta del tren por el litoral, en 2007, el presupuesto no había parado de crecer desde los 1.073 millones hasta los 1.300 millones.

Pero el departamento que dirige Isabel Bonig ha logrado reducir costes al diseñar un nuevo trazado de vía única desde Gandia hasta Dénia, Benidorm y Alicante, aunque con la plataforma reservada para una segunda vía, por si el tren de la costa fuera un «éxito». En el tramo Benidorm-Dénia sugiere a Fomento modernizar la Línea 9 del TRAM, electrificándola y mejorando el trazado. Aunque en todos los casos se renuncia a la propuesta de diseño «de alta velocidad», tal como se anunciaba desde 2007, lo que también permite abaratar considerablemente los costes, según el director de Transportes de la Conselleria de Infraestructuras, Carlos Eleno.

Para que la inversión en el tren de la costa sea más atractiva para Fomento, la Generalitat ha troceado el trazado en «cuatro fases» que pueden ejecutarse de forma independiente. Y en las que los extremos de la nueva línea resultan los más «apetecibles» por el número de viajeros que atraerían, los beneficios de todo tipo que supondrían y los excelentes coeficientes de cobertura que ofrecen, según los cálculos realizados por la Generalitat que ahora debe aceptar Fomento.

El bocado más apetitoso para Fomento será, sin duda, la propuesta de construir un ramal del AVE Madrid-Alicante hasta Benidorm, la capital del turismo, y una conexión con el aeropuerto alicantino de El Altet (identificada por la conselleria como fase 3). Una obra que supondría una inversión de 369,1 millones de euros (sin incluir la conexión al aeropuerto) pero que tendría beneficios ya que los coeficientes de cobertura (diferencia entre lo que se gasta y lo que se ingresa) calculados por la conselleria alcanzan el 93% y 110%.

El otro «caramelo» ferroviario sería la extensión de la línea de cercanías y regionales a Oliva y Dénia en dos fases. La primera sólo se extendería hasta la entrada de Oliva, con un coste de 91 millones de euros, con paradas en el Hospital de Gandia, Bellreguard y una estación provisional pegada a Oliva, aunque sin introducirse en la ciudad. La segunda fase incluiría el soterramiento de las vías a su paso por Oliva porque, según el director general de Transportes, Carlos Eleno, «es la única opción para el municipio» y la extensión del trazado ferroviario hasta Dénia donde se construiría una estación intermodal entre la Xara y el club de golf La Sella. Sólo el trenet seguiría entrando a Dénia.