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Fomento y Consell aparcan el tren de cercanías entre Alicante y Valencia

El plan diseñado en 2000 y en convenio desde 2010 ha vuelto a quedarse fuera de los presupuestos del Ministerio y de la Generalitat para 2015, año en el que se comprometieron a tener las obras en marcha

Fomento y Consell aparcan el tren de cercanías entre Alicante y Valencia

La falta de fondos del Ministerio de Fomento y el Consell ha dejado sin efecto el acuerdo firmado en abril de 2010 para crear una potente red ferroviaria entre Alicante y Valencia presupuestada en 7.400 millones de euros (3.400 millones de Fomento y 4.000 del Consell), y con proyectos entre los que figuraban el tren de la costa y la construcción de la red de trenes de cercanías del Vinalopó, aprovechando las vías que ha dejado libres la nueva plataforma del AVE. Los últimos presupuestos de la legislatura del Consell y los penúltimos del Ejecutivo han vuelto a dejar fuera las inversiones necesarias para recuperar los cercanías.

El plan incluía la modernización de las estaciones de Villena, Elda, Novelda y Sax, que desde la inauguración de la línea de alta velocidad se han quedado prácticamente sin servicios, porque ya apenas paran trenes -Talgos y regionales- dejando sin servicio a una población de unos 500.000 habitantes. El proyecto colea desde el año 2000 cuando se anunció un presupuesto de 4.000 millones de euros. Volvió a plasmarse en un convenio conjunto en 2010 entre la Generalitat y Fomento, que sigue en el cajón y para 2015 sólo hay presupuestados 200.000 euros para las cercanías y 400.000 para el tren de la costa, pero entre Gandía y Dénia. Calderilla.

En estos momentos y desde la entrada en servicio del AVE, las tres comarcas del Vinalopó se han quedado prácticamente aisladas por ferrocarril. Por la línea convencional Alicante-Madrid, que en La Encina gira hacia Valencia, siguen circulando los Euromed, Talgo y los trenes regionales, pero en las estaciones sólo paran, y no en todas, el Talgo de Barcelona y el Regional de Castilla-La Mancha. No se detienen los Euromed ni, por supuesto, ninguno de los AVE y Alvia que ahora circulan por la plataforma de alta velocidad. Han pasado ya 19 meses del arranque de la línea de alta velocidad y las quejas de los municipios afectados han ido en aumento, pero nada se sabe de aquel compromiso firmado en 2010.

El entonces presidente del Consell, Francisco Camps, y el ministro de Fomento, José Blanco, suscribieron entonces un protocolo para mejorar la red ferroviaria de cercanías en toda la la Comunidad Valenciana con un horizonte que llevaba las obras hasta 2020. El plan de cercanías suponía la renovación y reordenación de la actual red ferroviaria de proximidad, con cuatro nuevas líneas, la ampliación en 139 kilómetros de vía y 13 nuevas estaciones. Además, se renovarían otras 34. En 2015 y según avanzó la ministra de Fomento, Ana Pastor, ayer en el Congreso, el Ministerio manejará 155 millones de euros para mejorar todos los núcleos de cercanías en España, pero apenas llegarán fondos a Alicante ni a Elche, donde los esfuerzos se centran en que llegue la alta velocidad.

El documento recogía la prolongación de la línea Valencia-Gandía hasta Dénia y a Alicante, que iba a ser sufragada tanto por el Ejecutivo central como por el Consell. En teoría era una de las obras más importantes desde el punto de vista social (los vecinos de La Safor y la Marina Alta la reclaman desde hace años) como desde el presupuestario. El bautizado como «tren de la costa» iba a circular a un máximo de 220 kilómetros por hora, lo que situaba a los municipios ubicados en esta franja a un paso de las conexiones AVE de Valencia y Alicante.

Asimismo, el Consell asumía en solitario la modernización de la línea Xàtiva-Alcoy, que incluía dos nuevas estaciones en Albaida y Ontinyent; mientras que Fomento mejoraba otra de las líneas olvidadas, la que conecta Xàtiva con Moixent, con una nueva estación en el final del trayecto.

Además, se incluyó la construcción de una la línea de Cercanías para conectar el Vinalopó con Alicante, ya prevista por el Ministerio, con estaciones en Novelda, Elda, Sax y Villena; así como una conexión directa desde Alicante hasta el aeropuerto de El Altet, en su camino a Elche y Crevillent (variante de Torrellano, también hoy paralizada). Para colmo, la deficiente información sobre los trenes que deben parar en la estaciones de la línea convencional provoca que haya ocasiones en que pasajeros que piensan que el tren para ven como pasa sin detenerse.

Fomento y Consell se comprometieron a que todo el plan de cercanías estuviera en obras en el año 2015 y aseguraron que para este año ya se habría licitado también el estudio informativo del «tren de la costa». Cayeron Blanco y Camps, llegaron Pastor y Fabra y se encontraron con miles de facturas sin pagar y una deuda estratosférica. Todo se paró, pero, en el caso de las cercanías, a la falta de presupuesto -no muy alto por otro lado, según apuntan fuentes ferroviarias- se suma la aparente falta de voluntad política.

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