El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del PP, sacó ayer el rodillo de su mayoría absoluta para rechazar el grueso de las propuestas de la oposición y aprobar en solitario los presupuestos de 2015, que serán los últimos del mandato municipal y que ascienden a 240 millones de euros. La oposición en bloque rechazó las cuentas con críticas al recorte en gasto social, a la abultada deuda bancaria, la escasez de inversiones y el dinero destinado a grandes contratas. Sobre esto último, hicieron especial alusión al incremento presupuestario de 3,3 millones de euros para el servicio de limpieza y recogida de residuos gestionado por una unión de empresas participada por Enrique Ortiz y al montante global que se destinará a las contratas adjudicadas al empresario, 44,6 millones de euros (casi una quinta parte del presupuesto).

Ante la situación judicial y política de la alcaldesa, Sonia Castedo, el pleno de ayer volvió a despertar un gran interés de medios de comunicación provinciales y también nacionales. La regidora presidió la sesión y votó las cuentas después de que la Concejalía de Hacienda rechazara la recusación presentada por el portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, pidiendo que la primer edil se abstuviera de apoyar los presupuestos y el consiguiente aumento en la contrata de la basura por su relación de amistad con Ortiz. La recusación -la octava presentada por EU- se rechazó en base a resoluciones anteriores. Pavón, quien en el pleno aludió a conversaciones de los sumarios judiciales para justificar que la regidora y el empresario mantienen un grado de «amistad íntima», se ratificó en que su agrupación valorará la posibilidad de recurrir por vía judicial los presupuestos una vez aprobados definitivamente al entender que Castedo «incumple su deber legal de abstención».

Pavón exigió una vez más la dimisión de la regidora, que en esta ocasión limitó sus intervenciones a moderar los tiempos del debate y dar paso a los portavoces de la oposición y al edil de Hacienda, Juan Seva, para defender las cuentas. El concejal del PP justificó el rechazo del grueso de las enmiendas de la oposición asegurando que estaban elaboradas «desde el desconocimiento, la ignorancia y la mala intención política». Seva defendió que se trata de unos presupuestos «realistas» realizados con «austeridad» e incidió en que han recibido el preceptivo visto bueno del Ministerio de Hacienda. A diferencia de las afirmaciones de la oposición, aseveró que las cuentas municipales están «saneadas» tras los dos rescates del Gobierno -ascienden a 75 millones de euros- e insistió en que el periodo medio de pago a proveedores se sitúa en los 15 días. Ante las críticas, Seva añadió que los contratos renovados en los últimos dos años se han adjudicado con una rebaja en el precio, entre ellos el de limpieza y recogida de residuos que se contrató en el año 2013.

Frente a ello, desde la oposición insistieron en que en 2015 se destinarán 3,3 millones de euros más que en 2014 a estos servicios, que percibirán en total 35 millones de euros. Como avanzó este diario, Atención Urbana justifica que, del incremento, un millón de euros se destinará a la parte de limpieza para cumplir con las subidas exigidas en el pliego de condiciones y no para ampliar el servicio, mientras los 2,3 millones de euros restantes se emplearán para reforzar el trabajo en el vertedero de Fontcalent y tratar las basuras del sur de Valencia. El equipo de gobierno justifica que el aumento se costeará con lo que hay previsto ingresar de más por la llegada de residuos foráneos en 2015.

El portavoz de UPyD, Fernando Llopis, recordó que, además de la contrata de limpieza y recogida de residuos, las empresas de Enrique Ortiz gestionan actualmente los servicios de limpieza de dependencias municipales y colegios así como el mantenimiento del cementerio -ahora en proceso de licitación-. En total, se presupuestan 44,6 millones de euros para las contratas gestionadas por el empresario. En el pleno, Llopis escenificó con botellas de diferentes tamaños el dinero del presupuesto que se destina a estos contratos, seguido de los 30 millones de euros que se presupuestan para saldar la deuda bancaria y los intereses de los préstamos y los 6,6 millones de euros para inversiones. «Nos han colocado a la cola en inversión por habitante», recriminó Llopis al PP.

Lucentum

Desde el PSOE, el portavoz Miguel Ull lamentó que no se acepte su propuesta para retirar la subvención de 450.000 euros al Lucentum para destinarlos a gasto social. En cuanto a esto último, el portavoz de UPyD consideró que la ayuda al equipo se realiza «para garantizar la tranquilidad de los consejeros», en alusión a Juan Seva. Desde EU, Pavón agregó que «es para salvar su cara». Seva, por su parte, replicó que se trata de «ataques personales porque les afectan las verdades».

Por otro lado, el secretario de Compromís per Alacant, Ignasi Bellido, aseguró ayer que los presupuestos «son la herencia de la corrupción y de la mala gestión y, además, son fruto de un equipo de gobierno que está en total situación de parálisis, con una alcaldesa doblemente imputada, y que no da respuesta a los problemas reales del municipio».