Un vertido de líquido aceitoso convirtió ayer la avenida Benito Pérez Galdós en una pista resbaladiza que obligó a cortar la calle durante cerca de ocho horas tras registrarse dos accidentes de tráfico leves. La Concejalía de Seguridad Ciudadana movilizó a catorce policías locales y a una decena de bomberos para controlar el tráfico los primeros y echar arena sobre la calzada los segundos. Empleados del servicio de limpieza acudieron finalmente a retirar la arena una vez había absorbido la grasa.

El corte se inició sobre la una y media del mediodía y hasta las ocho de la tarde no comenzaron a abrir algún tramo. A las 21.30 horas estaba abierta totalmente la avenida, según fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana.

El origen del vertido era un misterio y al coincidir con la lluvia dificultó las posibilidades de seguir el rastro. Además, al mezclarse con el agua se fue expandiendo por los carriles de ambos sentidos de la avenida. La lluvia impidió a los técnicos determinar el posible origen del aceite, aunque entre el personal desplazado al lugar se comentó la posibilidad de que el líquido hubiera salido del alcantarillado, extremo no confirmado por las fuentes municipales.