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Vecinos del Casco Antiguo exigen que se cumplan las ordenanzas contra el masivo botellón

Los afectados reclaman al Ayuntamiento que aplique la normativa de ruido y consumo de alcohol

Vecinos del Casco Antiguo exigen que se cumplan las ordenanzas contra el masivo botellón DAVID PERICH

Los últimos macrobotellones en el Casco Antiguo, sobre todo en la plaza de Quijano y aledaños, han enardecido a los vecinos, que exigen al Ayuntamiento la estricta aplicación de la ordenanza municipal en cuanto a consumo de alcohol en la calle, ruido y veladores para evitar enfrentamientos con los jóvenes ya que la tensión entre ambas partes no deja de crecer en las últimas semanas. Los vecinos, hartos de actuaciones vandálicas como que les destrocen macetas, orinen en sus puertas o tengan que caminar sobre cristales y vomitonas, se reunieron anoche para tomar medidas, y decidieron elaborar un documento que enviarán a la alcaldesa, Sonia Castedo, y a todos los concejales pidiéndoles medidas para cortar de raíz una situación que no les deja descansar ni estar tranquilos en sus casas cada noche de jueves a sábados.

«Hay una gran carga emocional por parte de los vecinos, que estamos hartos, porque estamos sufriendo acoso y comportamientos que consideramos agresiones todos los fines de semana. Es necesario cambiar las cosas porque el funcionamiento actual no es posible», dijo Jose María Morán Berruti, miembro de la asociación Laderas del Benacantil. Sobre la mesa estaba la posible formación de patrullas urbanas pero no hubo acuerdo entre los asistentes. «En este momento el tema de echarnos a la calle no está consensuado pero hay vecinos que quieren defender su puerta a título individual. Como asociación no lo promovemos, pero se puede producir sobre la marcha esa reacción popular».

El presidente de Laderas del Benacantil, Daniel Kratzer, añadió que «se ha hablado de las patrullas y aunque no estamos de acuerdo en esta dirección efectivamente la tensión cada semana crece un poco más, y hace que algunos vecinos por propia iniciativa quieran hacer algo en la calle si hay acoso».

Desde la asociación apuntaron que el modelo de funcionamiento del ocio en el Casco Antiguo no es compatible con el nivel de seguridad que requieren los vecinos y que el Ayuntamiento parece no tener medios para garantizarlo. «Los vecinos pueden tener reacciones y llegar a actos que no queremos». De ahí que exijan el cumplimiento de las ordenanzas municipales así como el estudio de un nuevo modelo de ocio que ellos mismos estarían dispuestos a promover mediante campañas de concienciación si tuvieran medios económicos.

El sentimiento de acoso que tienen viene motivado, explicaron, por conductas incívicas que atribuyen a la mezcla de alcohol de mala calidad, -«hay pubs que venden cubatas a 2,50 euros», denuncian- con cocaína ya que indicaron que a menudo encuentran restos de la misma en sus puertas.

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