La comisión de explotación del Acueducto Tajo-Segura autorizó ayer el trasvase de 114 hm3 al Segura en el último trimestre del año, lo que garantiza el regadío de los cultivos hasta diciembre a razón de 38 hm3 mensuales. Sólo en el caso de que la reserva en Entrepeñas y Buendía descienda de los 600 hm3, se procedería a recortar a 20 hm3 el caudal a enviar en diciembre, según decidieron los miembros de la comisión. Primera que se celebraba tras la entrada en vigor de las nuevas normas del trasvase y en la que participó Manuel Serrano, presidente de Riegos de Levante, representando a los regantes de la provincia.

El agua se mantendrá preferentemente en los embalses de cabecera y se irá trasvasando en función de la demanda. También acordó que, en caso de que se tuviera que interrumpir el envío de agua por necesidades extraordinarias, como puede ser la realización de obras de reparación y previo acuerdo de las confederaciones hidrográficas del Tajo, del Júcar y del Segura, se enviarían los volúmenes de agua que correspondieran el tiempo estimado de duración de los trabajos o de paralización del transporte de agua. En este caso concreto, estos volúmenes se descontarían del total de existencias embalsadas a inicios de cada mes a efectos de la determinación del nivel correspondiente.

El agua del Tajo ese clave para la supervivencia de gran parte de la superficie de regadío de la provincia y este trasvase despeja dudas en plena sequía, gracias al buen nivel de lluvias en la cabecera del Tajo. El problema sigue en el Vinalopó, la otra mitad.