Una rama de cuatro metros de largo de uno de los árboles de gran porte de la plaza Calvo Sotelo se desplomó ayer sobre los bancos del parque infantil en el que se encontraban un abuelo y su nieto de 15 meses, a quienes no alcanzó de lleno por cuestión de milímetros. Con el susto en el cuerpo José Ruiz relataba poco después lo sucedido: «Estaba sacando al niño del carrito, aparcado entre los dos bancos, cuando de repente ha caído la rama. Me ha rozado un poco, pero por fortuna no ha pasado nada. El niño se ha asustado y yo también».
El desplome ocurrió pasadas las nueve y media de la mañana, cuando todavía no había muchos niños en el parque. Poco después, en torno a las diez, comenzaban a llegar más familias con los niños, que ayer tenían puente en los centros escolares. Teniendo en cuenta el volumen de la rama y el lugar donde cayó, justo encima de los bancos, pudo causar una desgracia. Por fortuna, quedó en un susto.
José Ruiz llamó inmediatamente a la Policía Local para denunciar lo sucedido. «Me han dicho que como no ha habido lesiones no puedo denunciar, pero no quiero que esto quede así», explicaba este vecino poco después del suceso. En esa línea, lamentaba que la rama se precipitara «sin que ni siquiera hiciera aire». Los testigos que en ese momento presenciaron la caída de la rama también mostraron su indignación ante lo sucedido. «No podan las ramas y se nota que falta riego», denuncia una de ellas, María Ángeles Gutiérrez, quien trabaja frente a la plaza de Calvo Sotelo y asevera que la rama no alcanzó al abuelo y a su nieto «de puro milagro».
Gutiérrez añadió que «mientras en otras zonas, como el Portal de Elche, se toman medidas constantes para evitar que sucedan estas cosas, aquí ni siquiera se revisan ni podan los árboles pese a ser una zona muy concurrida por familias y niños». Esta vecina se refiere al plan de choque que se está llevando a cabo en el Portal de Elche para podar las ramas de los ficus y evitar que se desplomen, teniendo en cuenta que es una zona con mucho trasiego. También lo es la plaza de Calvo Sotelo, donde hay un quiosco con cafetería y una zona de juegos infantiles, apostilla esta vecina.
Tras la caída de la rama, la Policía Local balizó la zona como medida preventiva hasta la llegada de los operarios de zonas verdes para retirarla. Desde el área de Atención Urbana no respondieron a las llamadas de este diario para aclarar si se iba a adoptar alguna medida o a realizar una revisión exhaustiva de los árboles de esta plaza.
Como avanzó este diario, en la ciudad hay 26.000 palmeras y árboles que presentan riesgo de caída, según el fichero que manejan los técnicos municipales dentro del protocolo de prevención de riesgos en el arbolado que iniciaron hace dos años. Tras los dos accidentes mortales en Madrid y ante los riesgos de la sequía, por el estrés hídrico que genera en los ejemplares, las revisiones del arbolado se han reforzado durante el verano. Una vigilancia que no ha conseguido evitar incidentes como el ocurrido ayer en Calvo Sotelo.
La prioridad de estas revisiones son parques, jardines y, en definitiva, las zonas de mayor afluencia de personas. Una vez detectado el riesgo, la poda es la solución más rápida y efectiva para evitar desplomes.
