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Un grupo inversor ruso plantea recuperar la Lonja del Puerto como discoteca

El proyecto está pendiente de que quede desierto el concurso que convocó la Autoridad Portuaria para recuperar la actividad de la cofradía de pescadores

Un grupo inversor ruso plantea recuperar la Lonja del Puerto como discoteca

Un grupo inversor ruso ha presentado al presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, José Joaquín Ripoll, una oferta para hacerse con la concesión del inmueble que albergó la antigua Lonja del Pescado de Alicante y abrir allí una macrodiscoteca. La lonja, cerrada en 2006 tras la quiebra de la cofradía de pescadores, no ha vuelto a tener ningún tipo de actividad, debido a que ninguna cofradía de la provincia ha apostado por su recuperación. Lo intentaron a principios de 2012 mayoristas y detallistas el pescado en la provincia, pero toparon con la ley autonómica, que impide a terceros explotar las lonjas.

Ocho años después de su cierre, Ripoll tiene la oferta en firme del grupo inversor cuyos representantes visitaron incluso las instalaciones hace unos cuatro meses. Oficialmente, el Puerto descarta movimientos a medio plazo pero el pasado 30 de junio el consejo de administración autorizó a Ripoll a convocar un concurso público para buscar un gestor para la lonja, de momento sólo abierta a ofertas de las cofradías para la denominada primera venta del pescado. Si el concurso queda desierto -algo más que probable-, el Puerto podría abrir la puerta a la explotación hostelera del edificio, ubicado en la dársena de poniente próxima a un muelle donde existen restaurantes marineros frente al barrio de Babel.

Fuentes del sector del ocio nocturno de Alicante aseguraron que la operación está madura, pero primero hace falta que el inmueble quede libre de su destino inicial, la venta de pescado. Pese a que las zonas de ocio del puerto están saturadas y el edifico del Panoramis no acaba de salir del bache, los hosteleros siguen viendo en los muelles una oportunidad de negocio.

El edificio, que costó 3 millones de euros en 2005, terminó siendo el punzón que llevó a la ruina a la entonces cofradía de pescadores de Alicante. Ocupa un lugar bien comunicado por carretera y dispone de amplias zonas de aparcamiento.

Mayoristas y detallistas de la provincia se unieron en 2012 para tratar de relanzar la actividad de compraventa de pescado en el puerto. El objetivo pasaba por la reapertura de lonja para vender y exportar pescado de bahía y anzuelo (atún y emperador), en lo que se denomina primera venta. La iniciativa contó con el apoyo de Joaquín Ripoll, pero los pescaderos chocaron con la Ley 9/1998 de 15 de diciembre de Pesca Marítima que establece que sólo una cofradía puede explotar una lonja. El Consell no mostró interés por resolver el tema y la iniciativa se quedó en nada.

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