¿Punto final, o punto y aparte? El Ayuntamiento de Alicante culminó ayer la operación «San Gabriel» con la limpieza de la playa del barrio donde se había trasladado el manto verde de limos que ocupaba el cauce del Barranco de las Ovejas. La actuación de urgencia llevada a cabo por la Concejalía de Atención Urbana dio sus frutos de manera inmediata, y doce horas después apenas había rastro de los limos en un cauce que, en principio, está ya saneado. Sin embargo, quedaba el arena y ayer las brigadas municipales recogieron los restos del lodo que casi levantan en armas a los bañistas.

A partir de ahora habrá que esperar a ver si la diligencia con la que ha actuado el concejal Andrés Llorens tiene continuidad y la Conselleria de Agricultura reacciona, paga su deuda con la empresa constructora y se reanudan las obras en un cauce que ha estado abandonado durante seis meses, justo el periodo de tiempo transcurrido desde que los operarios abandonaron el barrio hartos de los impagos. Por su parte, la empresa que tiene la contrata de la fumigación asegura que la situación sanitaria siempre estuvo controlada y no hubo ningún riesgo para la población, pero sí es cierto que el agua estancada se convirtió en un filón para las colonias de mosquitos que convirtieron la charca del barranco en su laguna particular. Ayer, a las siete de la mañana, una brigada de limpieza del Ayuntamiento dejó los arenales de la playa en perfecto estado.

El Ayuntamiento de Alicante decidió asumir la limpieza del cauce del Barranco de las Ovejas en un intento de tranquilizar a los vecinos de San Gabriel, cada vez más indignados por la situación del barranco y fue la propia alcaldesa, Sonia Castedo, la que dio el martes la orden a Atención Urbana para solucionar un problema que, paradójicamente, no lo había creado el Consistorio, ya que el proyecto es del Consell, aunque se ejecute en suelo municipal.

Tres años después de la fecha en que debían haber acabado las obras y con el barrio a punto de explotar por la degradación ambiental que sufría el cauce del barranco, la Conselleria de Agricultura ha vuelto a incumplir el compromiso con los vecinos y los trabajos siguen sin reanudarse, porque las obras de los últimos días son una actuación aislada y urgente para facilitar la salida y entrada de agua en el cauce. Las obras se paralizaron a finales de 2013 dejando una tubería eléctrica submarina a medio enterrar en el cauce, que ha sido la causa de que en la desembocadura se hubiera formado un talud de tierra que impedía la libre circulación del agua, lo que aceleró el proceso de degradación del cauce, hasta el miércoles cubierto por una masa de algas, plantas y basura frente a viviendas y un colegio.

Las obras licitadas en 2010 estaban pendientes de ejecución desde que acabó el desarrollo del plan antirriadas aprobado tras la gota fría de 1997, y son una de las asignaturas pendientes para con los vecinos de San Gabriel y Gran Vía Sur, que vienen denunciando los problemas de capacidad del barranco.