El Instituto de Neurociencias de Alicante, dos centros de investigación de Cataluña, uno de Madrid y otro del País Vasco han recibido hoy el distintivo de excelencia Severo Ochoa, que les permitirá contar con un millón de euros anuales durante cuatro años y que han recogido sus responsables, quienes han pedido recuperar la inversión en I+D+i.

Además del Instituto de Neurociencias de Alicante, han recogido el galardón el Centro Nacional de Biotecnología (Madrid), el Instituto Catalán de Investigación Química (Tarragona), el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (Barcelona) y el Centro Vasco de Matemática Aplicada (Bilbao) -se unen a otros 13 ya distinguidos-.

La iniciativa Severo Ochoa celebra su tercera edición y reconoce la relevancia internacional de la investigación científica, así como el interés global de los programas de investigación y de contratación de personal que proponen los centros para los próximos cuatro años, según la Secretaría de Estado de I+D+i. Una parte significativa de la financiación la destinarán a la contratación de nuevos investigadores (el 56 % del presupuesto solicitado).

Por parte del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha recogido el sello su directora, Carmen Castresana, quien ha valorado que este programa se haya mantenido, el cual les ayudará "decisivamente a realizar una ciencia competitiva y de calidad y a mejorar la visibilidad y posición internacional".

Si bien ha valorado el esfuerzo realizado este año, ha subrayado la necesidad de recuperar la inversión en I+D y ha apuntado que el Severo Ochoa no puede suplir esa falta de inversión.

Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante, ha destacado que este sello supone un apoyo al esfuerzo continuado de las personas de su centro y es también un "mayor reconocimiento de la neurociencia en España y del papel fundamental que el conocimiento del cerebro ha de jugar en el futuro de la humanidad".

Lerma, quien ha dicho que este programa determina "quién es quién en la ciencia española", ha apostado por hacer una I+D más competitiva y cambiar la gobernanza de los centros de investigación.

En este sentido, ha solicitado más flexibilidad -para contratar, por ejemplo-, para lo que ha pedido al Gobierno "valentía" porque los centros no pueden seguir con un sistema que les constriñe y hace menos competitivos: "los países europeos nos están haciendo una OPA hostil" queriéndose llevar a investigadores por mejores sueldos.

El gerente del Instituto Catalán de Investigación Química, Lluís Solà, ha resaltado la importancia del sello para un centro joven, ya que "motiva y da energía para perseverar en esta voluntad de excelencia científica".

Por su parte, Pablo Ordejón, director del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología ha coincidido en que el programa Severo Ochoa no puede cubrir la falta de financiación general en I+D+i.

Del Centro Vasco de Matemática Aplicada, Luis Vega, ha opinado que este sello contribuirá a fortalecer la posición del BCAM (en sus siglas en inglés) en el mapa mundial de las matemáticas.

La secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, ha asegurado entender "todos los guantes lanzados", con los que en su mayoría "encaja perfectamente", y ha afirmado que su departamento está trabajando por mejorar la inversión y flexibilidad del sistema.

En cuanto al Severo Ochoa, que continuará, ha manifestado que los centros distinguidos no solo son los que mejor investigación hacen, sino también los que más se preocupan por hacer que sus logros lleguen a la sociedad en forma de productos y servicios: "Son nuestra mejor apuesta para atraer mecenazgo y talento internacional".