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El calor y el aumento de la temperatura del mar adelantan a agosto el riesgo de gota fría

El Laboratorio de Climatología de la UA alerta de que el mar alcanzará los 25 grados en las próximas semanas, unas cotas propias de septiembe

La sequía que ha arruinado la economía de una gran parte de las familias que viven de la agricultura en la provincia, con pérdidas que superan los 70 millones de euros y la amenaza de un descalabro ambiental tenía guardada una última sorpresa. El Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante advierte de que el progresivo aumento de la temperatura del Mediterráneo (0,7 grados de media en los últimos años), y el hecho de que actualmente el agua se encuentre ya a 23 grados, con la previsión de llegar a los 25 grados en las próximas semanas han adelantado a agosto el riesgo de que Alicante sufra la temida gota fría (lluvias torrenciales), un fenómeno típico del otoño, pero que el cambio climático ha descontrolado. Siempre, por supuesto, de que vaya acompañado de un embolsamiento de aire gélido en la atmósfera, según avanzó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la UA. Al margen de esta aseveración científica la estadística no falla, y los años tan secos y calurosos como el actual terminan con un ajuste atmosférico en forma de lluvias torrenciales, ya que lo que los pluviómetros no recogen en doce meses tienden a recogerlo en doce días.

Jorge Olcina destacó, en este sentido, que el riesgo de fuertes tormentas se ha adelantado en los últimos años hacia el verano. El Mediterráneo se ha calentado 0,7º en los últimos 30 años, y los meses de julio y agosto registran temperaturas del agua del mar de 24-25º, que los convierten en meses potenciales para que se desarrollo de una situación de fuertes tormentas. El riesgo está ahí. Por tanto, si se cumplen las previsiones de la Agencia de Meteorología para julio y las temperaturas fueran realmente más calurosas que los años anteriores, el riesgo será mayor».

Olcina subrayó que «la posibilidad de que se produzcan tormentas fuertes ya no es exclusiva de los meses de septiembre, octubre o noviembre. El calendario se ha adelantado a agosto debido, no sólo a las temperaturas más altas que se puedan registrar, sino a que el mar Mediterráneo es un mar más cálido en esos meses. Así que tanto Generalitat como los ayuntamiento tendrían que ir pensando en adelantar la puesta en marcha de los planes de vigilancia y prevención ante el riesgo de lluvias intensas».

Por otro lado, la Agencia Estatal de Meteorología avanzó ayer que la primavera climática ha sido este año «muy seca y muy cálida», con una precipitación media de 56,4 litros por metro cuadrado, un 57% inferior al valor climático normal (130,9 litros por metro cuadrado), el peor dato de los últimos veinte años.

Respecto a las tendencias para este verano, en los meses de junio, julio y agosto, Aemet prevé «algo más de probabilidad de que las temperaturas sean superiores a las normales» y de que llueva «algo por encima de lo normal», sobre todo en forma de tormentas, según avanzó ayer José Núñez, jefe de Predicción de la Agencia en la Comunidad Valenciana. En el 77 % del territorio el trimestre fue muy seco, en el 12 % seco, en el 8 % normal y en el 0,5 % húmedo.

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