La normativa municipal durante las Hogueras obliga a barracas, racós y verbenas quitar la música y cesar la actividad a las 4.30 de la madrugada durante los días de fiesta, a excepción de la noche de San Juan cuando la música debe cesar a las 3 de la mañana. En cuanto al inicio, las orquestas no pueden empezar a tocar antes de las 10 de la noche. Esta normativa no impide, según señalan muchos vecinos, que el ruido sea constante durante todo el día. Los niños tiran petardos de la mañana a la noche y los desfiles, mascletàs, batucadas y pasacalles inundan de ruido la ciudad hasta la madrugada del día 25, lo que provoca que muchos alicantinos opten por marcharse ante la imposibilidad de encontrar un rincón o una franja horaria para descansar.