La apertura de la nueva plaza de Séneca y la rehabilitación del edificio de la vieja estación de autobuses es vista por vecinos y comerciantes como un respiro. No sólo porque la consideran como un oasis entre los bloques de edificios, sino porque esperan que sea un revulsivo para la zona que, desde hace dos años y medio que languidece desde que hace dos años y medio cerró la vieja terminal. La apertura del nuevo espacio público generó ayer un gran interés y un importante trasiego de personas que se acercaron a pasear por las nuevas zonas verdes, a disfrutar de los juegos infantiles o a contemplar la restauración de los frescos de Gastón Castelló del interior del edificio, que el Ayuntamiento prevé destinar a un mercado gourmet.

Según confirmaron ayer la alcaldesa, Sonia Castedo, y el concejal de Tráfico y Transportes, Juan Seva, la idea es sacar a licitación la gestión de este espacio como mercado en breve y confirmaron que algunas entidades, como El Corte Inglés, la Asociación Provincial de Hosteleros o Mercalicante, han mostrado interés. No obstante, ambos se muestran cautos: «Habrá que esperar qué ocurre cuando salgan las condiciones del pliego», indicó Seva.

La idea no disgusta a vecinos y comerciantes, si bien los primeros matizan: «Lo que no queremos es que se convierta en una zona de botellón», apuntó Virginia García. Otros, como Luisa Mangado, recordaban ayer que «en su día se nos dijo que habría un centro de salud y, aunque me parece bien el mercado porque puede enriquecer la zona, creo que se podrían hacer las dos cosas». Entre los comerciantes, cunde la idea de que puede ser positivo para revitalizar la zona, si bien algunos, como Mayte Muñoz se muestran dudosos sobre «si será perjudicial por la competencia o, por el contrario, la gente llamará a más gente».

Quienes ayer visitaron el nuevo espacio coincidieron al apuntar que la plaza pone en valor la zona y, aunque alabaron el resultado, matizaron «que habrá que esperar a que crezcan los árboles para que haya más sombra», como apuntó Marbelly Estrada, e incidieron en la necesidad de reforzar la vigilancia para evitar que los actos vandálicos estropeen el nuevo espacio. Una de las cuestiones que más llamó la atención a los visitantes fueron las dos entradas al refugio de la Guerra Civil que, en un futuro, podrá ser visitable. Seva indicó que esta fase del proyecto de rehabilitación queda ahora en manos de la Concejalía Cultura mientras Castedo matizó que, dado el buen estado en el que se encuentran, la inversión no será muy elevada.

En la plaza también se puede distinguir la explanada de hormigón para el racó de la Hoguera y el espacio para el monumento. Las calles del entorno de la plaza, donde se instalará después de fiestas la primera zona semipeatonal limitada a 30 kilómetros, también se han remodelado con un carril bici cuyos salientes provocaron ayer el primer tropiezo.