«Ahora mismo, y como está el mercado y han cambiado las estructura de costes y funcionamiento de los hoteles, me replantearía la operación, aunque me pidieran 7 millones de euros para venderme el hotel». La reflexión de un veterano hotelero de la Costa Blanca coincide con el diagnóstico que expertos en urbanismo y turismo ofrecen sobre la situación en la que se encuentra el edificio que albergó durante casi 40 años el hotel Sidi en la playa de San Juan y que hoy, cerrado desde enero de 2011, se deteriora a pasos agigantados , sin que haya una salida clara para su venta por la falta de consenso entre los bancos propietarios.

El edificio habría perdido en los últimos cuarenta meses cerrado y azotado por el viento frente al mar un 30% del valor que tenía en enero de 2011 y, lo que es peor, la propia estructura del hotel se ha quedado ya anticuada, tanto para la nueva forma de comercialización de los establecimientos, como para el funcionamiento diario.

Desde el punto de vista arquitectónico, los profesionales recuerdan que diseñan los edificios para 50 años, calculando un deterioro técnico del 2% anual, «pero aquí la progresión es geométrica, ya que hablamos de un edificio sin mantenimiento y frente al mar, donde el desgaste es más acusado. No es lo mismo un inmueble habitado que deshabitado, ni uno frente al mar, o en el centro de Alicante protegido por otros», apuntaron fuentes del Colegio Territorial de Arquitectos, que subrayaron que «el deterioro exponencial es incalculable».

El problema del antiguo Sidi, según fuentes de la patronal hotelera, va más allá, por otro lado, que el propio deterioro urbanístico del inmueble. En tres años la tecnología ha avanzado y la falta de mantenimiento hace pesar que la infraestructura eléctrica y de saneamiento del interior necesita una renovación integral. Pero el problema es más profundo, según apuntan empresarios hoteleros que conocen el antiguo Sidi. «Ya no es funcional para el perfil del turista que se mueve hoy en día por los hoteles».

La venta del hotel estuvo a punto cerrarse a finales de 2011 -el mismo año en el que cerró- cuando el letrado que representa los intereses de Sidi España, Carlos Noguerol, llegó a un acuerdo con el BBVA y el entonces Banco de Valencia para plantear la operación de venta en 21,5 millones de euros. No cuajó, como tampoco han prosperado las 2 ofertas que llegaron en diciembre de 2013 al administrador judicial.