La Conselleria de Sanidad ha dado este año apoyo económico a 25 pequeñas farmacias de la provincia, al incluirlas entre las que pueden acogerse al llamado «índice corrector del margen de dispensación», que les exime de integrar a la administración una parte de lo que les correspondería por sus ventas de medicamentos. Esta fórmula, tal y como recoge la legislación en la que se ampara, contribuye de manera decisiva a la viabilidad de estas oficinas, cuyas ventas anuales no pueden superar los 200.000 euros y que, por lo general, en encuentran en áreas rurales. La Generalitat ha aprobado que otras 67 farmacias de Valencia y Castellón se acojan también a este plan en 2014.

En la resolución publicada el viernes en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) se constata que las farmacias rurales, que tienen a su cargo a una clientela muy limitada pero su existencia es imprescindible, son las grandes beneficiadas por esta medida. Salvo dos oficinas en Alcoy y Dénia, todas están ubicadas en pequeños municipios de todo el interior de la provincia, entre ellos los menos poblados, como Tollos, Famorca, Fageca y Quatretondeta, entre otros.