Hasta el año pasado, el coste del sistema de autobuses se calculaba de forma conjunta, sumando el déficit de los urbanos (rojos) de titularidad municipal -9,5 millones- y el de los interurbanos (azules) de titularidad autonómica -6,2 millones-. En total, casi 16 millones. El Ayuntamiento y el Consell solían firmar un convenio para establecer la subvención a aportar por cada entidad y que, al menos hasta 2011, se estableció en un 65% para la administración local y un 35% para la autonómica. Sin embargo, el Consell redujo sus aportaciones hasta obligar al Ayuntamiento de Alicante a hacer frente al 98% del coste total en 2012. En vista de que en 2013 la situación se repetía, el Ayuntamiento de Alicante decidió dejar de asumir lo que, a su entender, le corresponde al Consell. La entidad autonómica terminó cediendo al pulso, accediendo a hacer frente a la parte que le correspondía de 2013, aplazando el pago. Para 2014 el Consell planteó destinar 1,9 millones para el interurbano, aunque finalmente serán tres, mientras el Ayuntamiento dejó clara su intención de garantizar únicamente el transporte urbano y no pagar más de 9,5 millones por el servicio -sin contar con la subvención a los bonos-.
Para el portavoz de EU en el Ayuntamiento Miguel Ángel Pavón considera que los nuevos criterios para pagar a las operadoras de transporte público de la ciudad «no dejan de ser un parche más a una situación que es urgente reconducir» y plantea una gestión directa del servicio. Además, critica la «descoordinación» entre el Ayuntamiento y la conselleria.
