El rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, pidió ayer la eliminación de las medidas excepcionales que afectan al estudio, a la actividad docente y a la investigación, una petición que también realizó el rector de la Miguel Hernández de Elche. El acto, enmarcado en una acción a nivel nacional, sirvió para hacer público el comunicado firmado por los rectores que forman parte de la CRUE, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Las medidas a debate -en palabras del rector- «eran justificables por la coyuntura económica del momento pero, ante las afirmaciones de una perspectiva de mejoría, el gobierno debe tener un gesto con las universidades y levantar las medidas urgentes».

Palomar, acompañado por vicerrectores y decanos, denunció ayer los recortes «dolorosos y difícilmente justificables» y reclamó una «vuelta a la normalidad». «Se han cumplido dos años de la aprobación de las medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, una norma que ha afectado a la organización de la actividad docente, a las expectativas profesionales de todos los empleados públicos y, por tanto, también a los de las universidades», afirmo Palomar, quien insistió en la necesidad de «eliminar la tasa de reposición que ha provocado que las plantillas de profesores, investigadores y personal de administración y servicios se hayan convertido en plazas interinas y precarias. En concreto, en la Universidad de Alicante, desde 2011 se ha producido un descenso de 2.000 personas en el caso de personal docente e investigador».

En el marco de las becas, el rector destacó que «las últimas medidas han cambiado su naturaleza de derecho por una ayuda competitiva que rompe con la igualdad de oportunidades». «El descenso de las Erasmus ha restringido la movilidad europea de los estudiantes», apostilló.

Por otro lado, en el campo de la investigación, «los recortes presupuestarios han producido un parón en I+D+i irreparable para muchos de nuestros grupos de investigación y ha provocado un descenso considerable de becarios adscritos a muchos de los proyectos de la Universidad de Alicante», recordó Palomar.

En el texto conjunto de las universidades, los rectores consideran «especialmente dolorosas y difícilmente justificables, por su mínimo impacto económico, las medidas que afectan a los jóvenes». «El incremento de los precios de los grados y, por encima, el de los másteres afecta a las posibilidades formativas de nuestros jóvenes en un momento especialmente negativo para el empleo».

El documento suscrito por todos los rectores de la CRUE subraya que «los precios de matrícula en las universidades deben ser accesibles y razonables en todos los niveles formativos... Debe recuperarse el sentido de las becas y ayudas como garantes de la equidad», concluye.