«La Semana Santa ha sido muy buena, se ha trabajado bien, ha venido más gente, pero hay un exceso de triunfalismo, ahora todos queremos proclamar que se ha acabado la crisis, pero debemos ser cautos porque todavía falta mucho por vender para el verano».

La reflexión de Javier García, vicepresidente de la patronal hotelera Hosbec (67.000 plazas de alojamiento en la Costa Blanca) y de la española Cehat, resume el sentir de los empresarios turísticos alicantinos en el cierre de la que ha sido la mejor Semana Santa en ocupación desde que comenzó la crisis en 2007. Un periodo vacacional de entre cuatro y siete días que ha posibilitado una facturación de unos 50 millones de euros al sector, dato positivo pero que, según advierten desde las diferentes asociaciones empresariales, no puede hacer olvidar que el sector tiene todavía sin vender el 70% de las plazas para el próximo verano «y según escuchas por ahí algunos parece que ya han descontado la temporada alta», subraya García. Las previsiones son buenas, no obstante, a partir de julio pero son eso, previsiones.

La Semana Santa se despide hoy con unos datos de ocupación espectaculares. Muchos hoteles de Benidorm han colgado el cartel de completo gracias a la reactivación de un cliente, el español, que esta Pascua se ha movido con más alegría, según recordaba también esta semana la propia presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería, María del Mar Valera, que admite que hacía tiempo que no se veía tanta afluencia de clientes. Pero ese lleno se produce, también, en una coyuntura extraordinariamente positiva. Muchos hoteles finalizaron la primera quincena de abril con un ocupación media del 80%, por lo que no hacía casi falta mucho tirón a partir del Jueves Santo para llenar las plazas libres con precios que son aceptables, pero que ni son de temporada baja, ni de alta.

La Costa Blanca ha llenado un total de 55.000 plazas hoteleras, a las que hay que sumar otras 20.000 de los apartamentos reglados y unas 15.000 en campings, al margen de toda la oferta hostelera, que es la que más ha tirado del empleo temporal, ya que la mayoría de lo hoteles esperan al verano para reforzarse y se arreglan con sus plantillas durante el resto del año. El sector servicios es el que aportó mejores cifras a la bajada del paro en la provincia en marzo con la creación de 2.400 empleos.

En cuanto al conjunto del año y aunque todavía quede mucho por vender, la Confederación de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) prevé que de mantenerse las buenas perspectivas del sector, España cerrará el año con un total de los 61 millones de turistas extranjeros, en línea con las estimaciones que maneja el Gobierno, de los que un 5% vendrán a la Costa Blanca. Los hoteleros advierten, sin embargo, que la rentabilidad del sector subirá en menor proporción que el número de llegadas, ya que los costes que soporta el sector turístico se siguen incrementando y los precios continúan ajustados. La estancia media aumentará ligeramente en el tramo de estancias de menos de 3 días por la recuperación de los viajes de fin de semana y los profesionales de corta duración. Además, se espera que crezca ligeramente la estancia media del turismo extranjero en la franja de entre 3 y 7 días. El número de viajeros españoles aumentará aunque de forma lenta.

Por contra, destaca el incremento significativo que se espera de los turistas internacionales procedentes de Rusia, Francia, Reino Unido y Escandinavia.

En cuanto a los rusos, la Cehat prevé un posible descenso por la devaluación del rublo, aunque a estos visitantes no le afecta tanto el tipo de cambio porque su poder adquisitivo es alto. El Patronato Provincial de Turismo espera la llegada de 150.000 rusos a la provincia en el conjunto de todo el año, gracias a las conexiones aéreas.