Vecinos de Santa Cruz y del entorno de San Roque, en el Casco Antiguo, denuncian la suciedad con la que amanecen sus calles cada lunes, después del botellón del fin de semana. Orines, restos de bebidas, ramas rotas e, incluso, bolsas de basura en el entorno de la ermita de San Roque. Ese es el aspecto que tenían en la mañana de ayer las calles San Roque y Navíos, ante la preocupación e indignación de los vecinos por ver cómo reciben sus pintorescas calles a la Semana Santa.
Ayer mismo, una de las procesiones, la de Jesús Despojado de la Hermandad de los Agustinos, salió en procesión desde la ermita de San Roque y el miércoles será la procesión de Santa Cruz la que recorra las calles del barrio.
«Huele fatal. Los fines de semana viene gente a hacer botellón y orinan e incluso defecan junto a nuestras casas», denuncia José Ángel Giménez Cascales, uno de los vecinos de la calle San Roque. «Con barrer no basta, no han baldeado», asegura. La presidenta de la asociación de vecinos del Casco Antiguo, Maria Dolores Peretó, coincide al denunciar la suciedad que genera el botellón en la zona y en reclamar más limpieza.
Por su parte, la empresa concesionaria de limpieza, UTE Alicante, asegura que estas calles se limpian a diario en el intervalo entre las ocho y las dos de la tarde y que, a partir de las tres de la tarde de ayer, se reforzó el dispositivo de limpieza con trece operarios más en todo el centro.
