­ Ocho meses de debate, informes técnicos, opiniones de expertos y encuestas a los festeros para ahora dar marcha atrás a la decisión de trasladar las mascletàs a la plaza de la Estrella y devolverlas a Luceros, donde seguirán disparándose estas Hogueras, como se viene haciendo desde hace veinte años, eso sí, con medidas correctoras para no dañar más el monumento de Bañuls, que fue la razón que el Ayuntamiento esgrimió en septiembre para cambiar la ubicación del concurso pirotécnico.

Los problemas para el tráfico y el transporte público que generaría el emplazamiento en la plaza de la Estrella, sobre todo por la afección a las líneas de autobuses y a la estación del AVE, a la que se espera que lleguen miles de turistas desde Madrid y Albacete durante las fiestas, es la principal razón por la que el equipo de gobierno ha decidido volver a Luceros, según confirmó ayer el concejal de Fiestas, Andrés Llorens. Ya cuando se anunció el traslado a La Estrella los expertos advertían que la reordenación de la circulación en este punto sería complicada aunque veían el cambio posible. El concejal de Seguridad, Juan Seva, encargó, para despejar dudas, tres estudios a diferentes áreas municipales, uno sobre seguridad relativo a las distancias de los fuegos con los edificios; otro sobre transporte público, dado que la mayor parte de los autobuses utilizaban esa glorieta en Hogueras; y uno más sobre afecciones al tráfico y a la movilidad de los pasajeros del AVE. Por su parte, la Federación de Hogueras también había trasladado a la Concejalía de Fiestas algunos inconvenientes en la plaza de la Estrella para instalar a los patrocinadores y a las entidades festeras invitadas a las mascletà.

Sin embargo, ha sido un informe desfavorable de tráfico el que les ha hecho replantearse el traslado de los disparos pirotécnicos, según reconoció Llorens. Al respecto, decidieron pedir un nuevo informe al área de Cultura para que los técnicos ofrecieran soluciones para seguir disparando las mascletàs de Hogueras en Luceros garantizando la seguridad e integridad del monumento, pero sin renunciar a la potencia en los disparos.

Llorens explicó que los técnicos ofrecen como solución dar un tratamiento a los caballos de la fuente, que son las piezas más deterioradas de la escultura de Bañuls, y cubrirlos con un cajón de madera que evite las vibraciones y los daños ocasionados por la pólvora.

Las medidas de protección se completarían con la instalación de una pantalla de metacrilato o material similar alrededor del vaso de la fuente para evitar daños por las vibraciones.

El Ayuntamiento buscará fórmulas para costear esta intervención, y un ejemplo sería consiguiendo aportes económicos de firmas patrocinadoras que se podrían anunciar durante las propias mascletàs en el elemento protector que se colocará alrededor del vaso de la fuente.

Además, añadió que se están buscando fondos para poder financiar una rehabilitación de las piezas más dañadas de la fuente una vez que finalicen las fiestas de Hogueras para evitar que el deterioro de las esculturas vaya a más y poder seguir disparando las mascletàs en Luceros en los años sucesivos tomando las medidas de protección que establezcan los técnicos de Cultura.

Llorens, que no ocultó su satisfacción por devolver las mascletàs a Luceros, considera que la plaza de La Estrella, «era un buen emplazamiento, pero genera problemas insalvables».

Otro de los inconvenientes era que la mascletà tendría que reducir su intensidad para poder dispararse en esta ubicación, con lo que estos disparos pirotécnicos quedarían aún más deslucidos tras el recorte de los calibres que se introdujo hacer un par de años con la entrada en vigor de una normativa estatal. Además, según los informes preliminares de la Concejalía de Seguridad, había problemas con las salidas de evacuación para el público y para los vehículos de emergencia.

Esta ubicación contaba, en cambio, con el beneplácito de más de cien hogueras y barracas, que eligieron el emplazamiento junto a la estación de Renfe en una encuesta realizada por la Federación de Hogueras, descartando otras dos alternativas, una en Benalúa y otra junto a Casa Mediterráneo, en el acceso sur, que era la que prefería el Ayuntamiento. Sin embargo, el equipo de gobierno aceptó La Estrella respetando la decisión de los festeros aunque realmente la mayor parte de las comisiones fogueriles seguían prefiriendo Luceros.

El concejal recordó que ya cuando estuvo en el equipo de Conrado Albaladejo, que presidió la Gestora de Hogueras entre 1987 y 1992, apostó por Luceros, «que es el mejor sitio». De hecho, se dispararon allí en 1990 y 1991. Al año siguiente se llevaron a Campoamor y en 1993 retornaron al entorno de la céntrica fuente, y desde entonces se lanzan allí.

Vuelta a la concejalía

En este sentido, Llorens indicó que desde que retomó sus competencias al frente de Fiestas, hace un par de meses, ha estado en conversaciones con la restauradora municipal para tratar de encontrar una solución que «hiciera factible» disparar las mascletàs en Luceros «sin causar daños a la fuente con medidas de protección y acometiendo una restauración después de Hogueras». Su antecesor, Mariano Postigo, intentó hasta última hora que el concurso se mantuviera en Luceros, consultando medidas correctoras a una empresa de ingeniería acústica ya cuando la decisión de trasladarlo a La Estrella estaba tomada, aunque esta solución fue descartada porque obligaba a disparar una mascletà de prueba.