«¿Qué son las Hogueras sin olor a pólvora? Nos quedaríamos a medias, porque la nuestra es la Fiesta de los sentidos», afirma Yolanda Rubio Clemente, candidata a Bellea del Foc y madre de la candidata infantil por Obra Social del Hogar, una comisión que, pese a su pequeño presupuesto, reserva siempre una partida para pirotecnia porque es «un barrio de pólvora». «Se tiran muchas tracas en despertás y desfiles. Acabamos de hacer el cálculo para Hogueras, y si podemos disparar diez tracas y tres cajas de petardos, lo tiramos y el barrio lo agradece», añade Esther Manzano, la primera y única Dama del Foc adulta de la hoguera y delegada de Bellezas.

La comisión, fundada en 1974 por iniciativa de José Ángel Guirao y Francisco Compañ, plantó por primera vez al año siguiente. Celebra por tanto su 40 aniversario, y lo hará con monumentos, tanto el mayor como el infantil, obra de los hermanos Fonseca, a los que llevan 18 años contratando. «Cuando fui belleza infantil en 2001 ya plantaban con nosotros, y en 2011, en que salí belleza adulta, volvieron a plantar.

Aunque algunos años buscamos otros constructores, acabaron volviendo por la confianza». La foguera es otro aspecto esencial para esta comisión más que familiar, y en ellos se gastan 10.000 euros, la mitad del presupuesto. Solo pueden concursar en Sexta aunque en 1999, en su 25 aniversario, llegaron a plantar en Tercera.

Obra Social del Hogar se llamó en sus primeros años Obra Sindical, y después le cambiaron el nombre, aunque los festeros actuales no saben si fue porque estuvieron un año sin plantar y no pudieron mantener la nomenclatura, o por la proximidad a un hogar de la tercera edad, de ahí que estén dispuestos a investigar su origen. De lo que sí están seguros, y así lo reivindican, es de que, a finales de los 70, inventaron la banyà. «Fue en una de las cremás del barrio, en la que participaban jóvenes de muchas clases sociales y etnias, que atraían la atención de los Bomberos tirándoles piedras. Ellos respondieron a manguerazos». Este «invento» lo reivindican en sus camisetas festeras y en las papeletas de lotería con la frase «La primera banyá nació en esta hoguera», y estampada, al lado, la silueta de un bombero con una manguera.

La lotería es precisamente su principal recurso económico. Los festeros se reparten los 16 bloques de viviendas que incluye su distrito, próximo al barrio 400 Viviendas, y venden entre 800 y 1.000 papeletas semanales, lo que les reporta unos 400 euros de ingresos al mes por lotería. Las cuotas, fórmula para los que no venden papeletas, son otra importante fuente de ingreso, y tienen pack familiares por los que abonan 54 euros al mes. Un adulto paga 27 euros mensuales y los niños 15. Además, cuentan con 180 cartillas de vecinos. «Todo lo conseguimos con nuestro trabajo, cuotas, venta de loterías, cartillas, rifas, anuncios en el llibrets...», indican el delegado de Loterías y tesorero, Manuel Manzano, así como el presidente y el vicepresidente, Francisco March y David Adrover. Las rifas merecen capítulo aparte, hacen una a la semana, sorteando 20 euros en las que venden de lunes a jueves, y 50 euros, los viernes. También hacen rifas en Hogueras, «vendemos números incluso en los pasacalles». Aunque en los días grandes no rifan dinero sino jamones, chorizos y botellas de vino.

Con todo ello consiguen el dinero para financiar su fiesta. «Todo lo que hacemos es para el barrio, que en estos 40 años siempre nos ha apoyado. Organizamos almuerzos populares, tres despertàs en el distrito los días de Hogueras, desfiles por la tarde, de gala el día de San Juan con la hoguera hermana Las Acacias de San Vicente, y el 21 de junio visitamos los comercios que nos ayudan y les regalamos una foto enmarcada de las bellezas». La proclamación siempre ha sido en el barrio pero, como en 2013 les cayó granizo, este año han preferido celebrarla en el Hogar Provincial. «Hicimos un homenaje a todas las bellezas de estos 40 años, y vinieron más de treinta. Vamos a intentar que en Hogueras desfilen con nosotros por el centro y que vengan al racó».

Un racó en el cole

La comisión tiene un importante ahorro con su sede social ya que ocupan un amplio espacio cedido por el Ayuntamiento en el antiguo colegio Puig Campana, compartiéndolo con las APAs del barrio y la asociación de vecinos. Durante el año, les permite reunirse, hacer actividades para los niños, coserse los disfraces, pintar los decorados de playbacks y presentaciones comprando los materiales más económicos en los chinos «porque somos los reyes de la gomaeva y la pistola de silicona», incluso hacerse las fotos para los llibrets, apunta la secretaria Verónica Manzano. En Hogueras lo transforman en una especie de hotel con colchonetas, donde duermen los festeros más jóvenes para vestirse enseguida por las mañanas, bajar al racó festero que instalan en el patio, y salir a desfilar con la banda de música que sube a despertarles. Porque la música es importante para ellos, también las luces aunque, por su «raspada» situación económica que poco a poco están superando, apenas pueden iluminar. En 2013 recortaron más de mil banderitas que colgaron de farola a farola para adornar el barrio y que descansan en una caja porque el Ayuntamiento les obligó a quitarlas del alumbrado público.