­La Conselleria de Sanidad asegura que el 90% de los casos que se atienden en las Urgencias de los hospitales de la provincia de Alicante revisten la suficiente importancia como para acudir a este servicio.

Según los datos facilitados por la administración autonómica, a lo largo del año pasado se vieron 68.908 casos considerados «no urgentes» o «poco urgentes» por los facultativos, y que por su levedad podrían haberse visto en centros de salud. Esto supuso un 9% de la actividad, según la Conselleria de Sanidad, que cifró en 761.804 el total de usuarios, con un ligero incremento -de poco más de un 1%- en relación a 2012. El aumento, no obstante, fue mucho más destacable en los casos que resultaron ser «poco urgentes», que pasaron de 59.514 a 65.371 en el plazo de un año.

A esto habría que añadir que, tal y como recordó ayer el presidente del Colegio de Médicos de Alicante, José Pastor, sólo un 10% de las consulas de las Urgencias hospitalarias desembocan en un ingreso del paciente. La última memoria del Comité Económico y Social (CES) de la Comunidad Valenciana recoge este mismo dato, si bien en el departamento de Alcoy ese índice es del 18% y en el de Elda alcanza el 23%. Así las cosas, en torno a 685.000 casos atendidos en los hospitales podrían, en el mejor de los casos, haber sido vistos en centros de atención primaria, en sus consultas habituales o de urgencias. De esta forma se hubiera contribuido a disminuir la presión asistencial y a evitar que los usuarios tuvieran que soportar esperas más o menos largas.

No obstante, Pastor hizo hincapié en que asociar el nivel de urgencia de una consulta médica a un ingreso hospitalario es algo bastante fiable pero aproximativo. El presidente de los médicos alicantinos recordó que hay muchos casos en los que el paciente se marcha finalmente a casa pero acudir al hospital está más que justificado. En este sentido, aludió a cuando hay sospechas de que el enfermo pueda tener algo grave -y mejor que resulte ser después una falsa alarma- o requiera algún tratamiento en particular.

La controversia acerca de si se acude a las Urgencias de los hospitales con más frecuencia de la debida saltó ayer nuevamente a la palestra después de las declaraciones que el lunes hizo el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, en un acto en Madrid en presencia de la ministra de Sanidad, Ana Mato. El representante nacional de los médicos sugirió que los pacientes que hicieran «un mal uso de los servicios» tuvieran que pagar por ellos, al igual que «nos multan por ir por la carretera cuando pasamos de 120 kilómetros por hora». Pese a esto, sin embargo, Rodríguez Sendín abogó por una atención sanitaria «universal», frente al de «asegurado o beneficiario» que ha generado la reforma del Gobierno.

Ayer, el presidente de los colegios de Médicos de España se reafirmó en su postura, insistiendo en que se trata de una propuesta «no formal». Rodríguez Sendín defendió que sólo pretendía abrir una reflexión, con el objetivo de «generar la mejor eficiencia posible para no tener que tomar medidas más drásticas». Estas controvertidas afirmaciones generaron un rechazo prácticamente unánime por parte de los propios facultativos, así como de sindicatos y pacientes. Desde la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SVMFyC) señalaron que «no hay pruebas de que establecer copagos sea eficiente, y sí de que resulta perjudicial para los usuarios». Asimismo, manifestaron su oposición a «que el médico se convierta en juez para decidir quién paga». Los médicos de familia consideraron que «habrá que buscar fórmulas» para evitar que se acuda de forma innecesaria a Urgencias, pero «más por el camino de la educación y la mejora de otros servicios».

Esta organización profesional recordó que ya hay establecido un sistema de triaje, de forma que los casos se atienden según la urgencia de cada uno, a partir del criterio médico. También desde la Conselleria de Sanidad hicieron hincapié en esto. Mientras tanto, desde CC OO lamentaron las «declaraciones desafortunadas» de Rodríguez Sendín, y consideraron que una medida como la que propuso sólo supondría «más recaudación y más perjuicio a los más débiles», así como «más trabas en el acceso a la sanidad pública».

Similar en toda la provincia

La situación de que muchas de las consultas atendidas en Urgencias realmente no precisen una asistencia es bastante generalizada. Los hospitales ilicitanos atienden cada año a un buen número de pacientes en los servicios de Urgencias que realmente no presentan una patología susceptible de recibir asistencia urgente. En el Hospital del Vinalopó se atendieron el año pasado 86.994 urgencias, de las que 36.000 fueron catalogadas como de «prioridad muy baja» o «baja», y que por definición deberían haber sido supervisadas en los centros de salud. Las cifras en el Hospital General de Elche son similares, con unas 80.000 urgencias anuales, de las que 35.000 corresponden a pacientes que deberían haber sido atendidos por un médico de cabecera o en el Punto de Atención Sanitaria. En cuanto a los ingresos, acaban siendo el 15% de los casos que llegan a Urgencias del Hospital General ilicitano, y un 10% en el del Vinalopó.

El Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, por su parte, atiende alrededor de 450.000 urgencias anuales, si bien no están cuantificadas las que podrían haber sido atendidas en los centros de salud. Guadalupe Pavón, de CC OO, manifestaba que «evidentemente siempre se producen casos de este tipo, pero los servicios médicos no controlan en esos momentos a las personas que deberían haber acudido a su centro de salud».

Esta información ha sido en parte también elaborada por María Jesús Mora, Miguel Vilaplana y Cristina Serrano.